Capítulo 55

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Levi había notado extraña ese día, parecía nerviosa, desde la tarde se había encerrado en la cocina y no le había permitido entrar, para matar el tiempo se dedicó a limpiar el departamento y cuando terminó encontró un libro en la mesa de noche de ella que empezó a leer.

Grande fue su sorpresa cuando Onyankopon llegó en la tarde a pedirle ayuda con unas cosas en las que anteriormente había sido su casa, ya que Hange parecía estar en su mundo decidió ayudar al moreno. Las horas pasaron rápido, había sido un poco agotador, así que tuvo que bañarse antes de regresar al departamento que compartía con la castaña, detestaba estar sudado, felizmente aún conservaba cambios de ropa en el lugar.

El sol ya se había puesto hace rato, posiblemente serían las 9 de la noche cuando llegó, en cuando abrió la puerta sus fosas nasales distinguieron un delicioso aroma, cuando llegó al comedor vio la mesa perfectamente decorada, en el centro de esta había un pavo horneado que se veía delicioso acompañado de ensaladas papas horneadas y también champán.

Pero lo que más hemos atención vestida con un hermoso vestido rojo, acompañados de largos guantes negros y unas sandalias de tacón alto, se veía exquisita, mucho más que la comida.

— ¿Qué es todo esto?

— Quería sorprenderte Levi, ¿nos sentamos?

Él rápidamente se acercó a ella para poder correrle la silla, como siempre la comida que ella preparaba estaba deliciosa, entre pláticas y sonrisas las horas se pasaron volando, cuando el reloj marcó las 12 pudieron escucharse fuegos artificiales y Hange se levantó para acercarse a Levi dejando una pequeña cajita a su lado y depositando un suave beso en sus labios.

— Feliz cumpleaños, mi amor.

Fue ahí que cayó en cuenta, había olvidado su cumpleaños por completo, los últimos años no lo había celebrado por la nostalgia y tristeza que le causaba saber que ella le faltaba, pues desde que Hange supo que su cumpleaños era el 25 de diciembre todos los años ella había estado celebrándolo con él.

Una sonrisa se dibujó en sus labios antes de estirarse para devolverle el beso.

— Quería hacer algo especial para ti, por todos los años en los que no he podido celebrartelo, espero que te guste.

— No podría pedir algo mejor.

Tomó la caja y la abrió, esta tenía unos gemelos para los puños de la camisa, tenían una esmeralda en estos.

— Se que el verde es tu color favorito, las esmeraldas significan poder, creo que eslavo que siempre pensé que te describía pero también significan crecimiento y una vida nueva.

— Son perfectos, muchas gracias, te amo.

— Yo también te amo, Levi.

...

Estaban a fines de enero, los preparativos de la boda estaban casi listos, las invitaciones habían sido repartidas, menos una, Hange había conservado un parte que dudaba mucho en entregar.

Levi la había visto angustiada y le pidió que le dijera qué le sucedía, entonces ella le contó que durante un tiempo había estado pensando en los que fueron sus padres, no sabía nada de ellos y eso la ponía triste, había guardado esa invitación para los señores Yeva.

— Ellos se comportaron como mi familia, me cuidaron, quiero dejar todo lo malo atrás, yo no puedo odiarlos, puedo perdonarlos.— ella estaba sonriendo y Levi no iba a negarse ante eso.

— Si es así te acompañaré.— le besó la cabeza.

Salieron del departamento de Hange para dirigirse a la casa de los Yeva. Cuando tocaron la puerta Adeline abrazó a Hange y los hizo pasar, pidiendo que esperaran a Belmont mientras ella traía una taza de té.

Mira que lejos hemos llegado (LEVIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora