Ranitas

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-Tantos años han pasado, y todavía no comprendo como Deku, en aquel entonces se encariñó conmigo. Siendo muy pequeño e ignorante de las emociones de los otros, yo era "un tiro al aire", un niño bastante odioso, debo reconocer; no es como si ahora no lo siga siendo, la única diferencia es que ahora soy un viejo cascarrabias, y amargado. Luego de esto, aun mas. -Guardo silencio, el dolor en el pecho y las ganas de llorar lo invadieron, al pensar en lo sucedido.

Aquella tarde fui como de costumbre a jugar "por  ahí", el barrio era  nuevo y eso era el mejor entretenimiento para un niño curioso e hiperactivo como yo. Además, no existía otra cosa que hacer.

El sol estaba radiante  y el clima era el mejor para jugar. Recuerdo todavía el olor a fideos tirabuzones con salsa que había comido. Apenas termine de tragar el ultimo bocado, subí corriendo a mi cuarto.

-¡¿A donde vas?, todavía no nos levantamos de la mesa! -Grito mi mama.

-¡Quiero ir a jugar! -Conteste yo.

-Dejalo que vaya. -Se escucho a lo lejos, de parte de mi papá.

Al llegar a mi pieza, me puse mis zapatitos; todavía los recuerdo, un color rojo gastado y hasta con algunos agujeritos, ya que eran heredados de mi hermano. Mire por la ventana y senti el aire fresco, el cielo azul pintado con blanco parecía una pintura.

Baje corriendo las escaleras de madera, las cuales hacían un ruido terrible cada que pisabas. Mi madre grito "¡Despacio, nene!" y yo con una sonrisa me dirigí lejos de las casas del barrio nuevo. 

luego de unos minutos corriendo me canse, mis piernas picaban por los pastos altos por los que corría,  pensé "¿Por que mierda no me puse pantalones?". Estaba vestido con un short y una remera manga corta de color amarillo viejo. 

Rápidamente me aburrí, pero vi un palo en el piso y lo agarre, para jugar a que era uno de esos expedicionistas, en mi mente yo era mejor que Indiana Jones. Pronto el aire comenzó a tener un olor húmedo y me alegre por que eso significaba que estaba cerca del laguito, por ende, ¡Habían ranas! Era muy gracioso perseguirlas, y hasta tocarlas. Una vez pise una, y volvió a su forma original y siguió saltando como si nada, deben estar hechas de goma.

Camine un poco y ya estaba el laguito en frente mío, y... "¡Una rana! Impresionante lo asquerosa que es" pensé. Estaba justo en un circulo en donde no había pasto alto, y lo único que se me vino a la mente fue saltar para asustarla y correrla mientras escapaba. 

Me sentía como un león cuando ve a su presa desde lejos, esperando el momento perfecto para saltar por ella. Me acomode y salte con todas mis fuerzas, y la rana se fue saltando, estaba listo para perseguirla pero...

-¡EY! 

-¡AAAAA! -grite y salte aterrorizado por el desconocido que estaba detrás mío. Era un niño de pelo negro y ojos verdes, que se estaba riendo de mi. -¡Estúpido! -Grite enojado. -¡Nene feo!, ¿Por qué me asustas? 

El siguió riendo como si nada, así que le tuve que pegar. -Auchi -dijo tocandose la frente. -No te asuste,  tonto. ¡Vos espantaste a mi rana!

-No es tu rana, es mía. -Lo mire bien y note que tenia una libreta en sus brazos. -¿La estabas dibujando? ¡Dame! ¡Quiero ver!

-¡No!, vos la asustaste, ahora si queres ver, vas a tener que buscar otra igualita.

-¿Eso nomas? Puedo encontrar la que yo quiera porque todas son mías. Yo soy el dueño de el laguito, y de todo por acá.

-No podes ser dueño de nada que sea verde. -Dijo el niño, refiriéndose a la naturaleza.

-Si puedo, ahora todo lo que sea verde es todo mío. Vos también, nene. -Dije al ver que el extraño niño tenia una remera verde. -Ahora, dame eso. -Le saque la libreta a la fuerza, el se quejo pero no me importo. Vi que el niño había dibujado una ranita y aunque era un dibujo de un niño pequeño, me gusto mucho. Seguí viendo su libreta, mientras el niño trataba de sacármela de las manos, y cada dibujo me encanto, para mi sorpresa. Obvio no iba a decírselo, pero si quería mas dibujos. Se la tire, e hice como si no me importaba. -Toma, vamos a buscar ranas para que dibujes, porque esos dibujos de ahí son muy feos.

-¡Si! Busquemos ranitas -En ese momento, me había sorprendido que no este enojado conmigo, pero me puso feliz saber que tenia un nuevo amigo.

Caminamos por los pastos altos que rodeaban el laguito, estando yo en frente, en ese momento me encanto la sensación de estar en frente de el, y que el lo aceptara con naturalidad, desde ese momento tuve aprecio por el. 

Recuerdo frenar en un momento, al ver una rana justo en la orilla del lago. -Mira, nene feo.

-No me digas así. 

-Bueno, entonces voy a decirte... -Pensé en algún nombre tonto. -¡Deku!

-No me gusta.

-No me importa, Deku. Ahora te voy a enseñar a como cazar ranas. -Le hice una pose -Te acomodas así, lo miras como un león mira a su presa y después, ¡Saltas! -Grite y la ranita se fue.

-Oh, se fue. -Me miro y agarrando su libreta dijo -Puedo dibujarte como si fueras un león, si queres.

-¡No quiero que me dibujes!, -Me encantó la idea -¡Me vas a dibujar feo!

-Ya sos feo, no puedo hacer magia. -Se me escapo una risita, ya que no pensé que me conteste, se ve tan indefenso, no me lo esperaba.

Ese dia me dibujó y me regalo su dibujo, no estaba mal para ser de un niño. Juntos volvimos a nuestras casas cuando se hizo de noche, y para sorpresa de ambos, éramos vecinos.
Cuando entre a mi casa luego de esperar que Deku entre a la suya, guarde el dibujo que me hizo debajo de la cama, y cuando me acosté, no paraba de pensar en él, en su libreta y su risita tonta. Estaba feliz de tener un amigo y estaba ansioso de volver a verlo al otro día sin tener idea de lo importante que se volvería Deku para mi.



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⏰ Última actualización: Jan 06, 2023 ⏰

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