Don't blame me | cuti x son (sin editar)

Capítulo uno.

el principio es muy introductorio pero el final no. confía en el proceso🤠👍

–¡Son!– el gritó de Antonio calló las risas de los jugadores en cancha. Se miraron a los ojos confundidos por el tono de voz que su técnico había usado y automáticamente miraron a su compañero Sonny quien se miraba terrible. Pero esto ya no era sorpresa. Sonny lucía así desde hace semanas –. ¡Ven!

–Ahora sí te va a dar tremenda cagada– le susurró Cristian burlón, como siempre lo hacía por su característica personalidad.

–Siempre tan motivador– respondió Sonny, puso los ojos en blanco –. Ojalá y no seas titular– bromeó pero atrás de eso se encontraba una intención desconocida. Una que lo forzaba a llevarle la contraria.

–¿Ah sí?– Cristian le jaló el pelo con suavidad, los dedos rozando el cuero cabelludo del asiático. Son por su parte sintió una electricidad en todo el cuerpo.

Era curioso porque no era la primera vez que eso le sucedía y siempre era con Cuti. Cada vez que le tocaba alguna parte de su cuerpo o sólo el simple hecho de verlo y tenerlo cerca sentía que su cerebro se desconectaba y flotaba alrededor del argentino.
Tironearle el pelo se había hecho costumbre. Algunas veces por broma y de forma delicada y otras veces por la euforia del momento con brusquedad.

Se quedó inmóvil por unos segundos antes de que los dos rieran y Son lo empujara por el pecho sin mucha fuerza.

–Ve antes de que nos pongan a limpiar las duchas – volvió a decir Cuti con una sonrisa extensa.

Sus compañeros de equipo ya habían regresado a su charla y a jugar de nuevo por lo que esa interacción quedó íntima.

Al llegar a los vestuarios se encontraba el técnico Antonio como era de esperarse pero le tomó por sorpresa que estuviera también Stefano, Constantino, Ledley y Paul junto a una mujer de mediana edad con una bata blanca. No iba a mentir se estaba asustando.

–Mira, vamos a ser directos contigo– habló Antonio –. Eres de los mejores jugadores que tiene el Tottenham en este momento y no queremos perderte por tus crisis.

Son se sentó lento en la banca frente a ellos.

–Nos dimos cuenta que tu rendimiento ha bajado mucho en los entrenamientos y por ende también en los partidos– dijo esta vez Constantino –. Ya nos dimos cuenta porqué– y al decirlo miró a la mujer.

–Tus salidas constantes a bares y las resaca que traes los días de los entrenamientos nos está costando la imagen Son– mencionó Ledley –. No sólo por las malas jugadas en los partidos si no también por la imagen social del equipo, no eras así antes de...

–Escucha– interrumpió Paul –. Necesitas hablar con ella primero que todo. Nosotros ya sabemos de tu situación y vamos a brindarte ayuda mientras estés en nuestro club. Creeme que te servirá para recomponer tu vida.

Son permaneció en silencio hasta ahora. La confusión lo estaba atormentando, no entendía a que se referían.

Era cierto que su gusto por el alcohol había aumentado y que tal vez la agresividad que tenía cuando estaba bajo sus efectos se había vuelto algo incontrolable sin embargo no llegaba a mayores no era para preocuparse a tal magnitud, al menos para él no tenía sentido. Se divertía como todos lo hacían.

Sintió una suave palmada en el hombro proveniente de la mujer.
Los ojos del asiático siguieron a los hombres que salían del vestuario susurrandose entre ellos hasta que se quedaron los dos solos.

–Mi nombre es Diana y soy la doctora que contrataron para revisar tu caso.

–¿Mi caso? ¿Qué tengo de especial aparte de ser un buen futbolista?