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(republicado, tenía errores, todavía debe tener porque estoy media ek peduki, pero bueno no lxs quería dejar sin cap)

Julian.

Enzo le tocó como pareja para la clase de Valores. No terminaron el trabajo por estar tonteando con el jueguito de las preguntas.

Julián se dio cuenta que Enzo no hablaba mucho. Pero cuando lo hacía, podía decir las cosas más maravillosas del mundo.

Ahora mismo estaba yendo a su casa. A terminar el trabajo que dejaron incompleto por haber estado boludeando.

Rió ante el recuerdo.

Enzo le había dicho que vivía a dos casas del hogar de Martínez, así que no tuvo drama en ir él. Visualizó dos casas, una rosa clarito, y otra azul.

Una chica rubia le abrió. Y le miró fijamente. Relojeando su cuerpo de arriba a abajo, Por mucho tiempo, para el gusto de Alvarez.

— ¡Hola! Busco a Enzo, ¿ésta es su casa, no?—preguntó, con una sonrisa.

—...—la chica no pudo decir nada, puesto que fue empujada y Enzo se dejó ver.

— ¡Joaquinha, te dije mil vece' que no abras la puerta!

— ¿Por qué no, estúpido?—se escuchó la voz de la chica desde adentro.

— ¡Porque pode' ahuyentar a las visitas, adoptada!—contestó.

Julián no pudo reprimir una risa ante aquella respuesta.

—Ah, Alvarez, so vo', pasa—dijo, y se hizo a un lado—. Si sentis que algo se aferra a tu pierna, solamente ignóralo y se va a ir.

Julián frunció el ceño ante eso. Y, cuando se adentró a la casa, a los dos pasos, sintió algo tomar su pierna, como lo había dicho Fernandez. Bajó su mirada y vio a un niño. Un niño aferrado a su pierna derecha sin intenciones de dejarla ir.

Enzo sólo suspiró al ver la escena.

—Che, pensé que ya habíamos hablado sobre esto... —mencionó Enzo, cansado. Al parecer, no era la primera vez que el pequeño lo hacía.

Y Julián quiso ayudar.

Se agachó y tomo al infante entre sus brazos, cargándolo. Éste le miró y Alvarez le sonrió.

Gonza empezó a llorar.

Julian rápidamente la dejó sobre el sofá, alejándose lentamente—. Perdón-musitó apenado.

—No te preocupe'—contestó Enzo, sin prestarle mucha atención, parecía que buscaba algo con su mirada café—. Bueno, Joaquinha está de caprichosa en su pieza, Gonza y  Joaco están acá, entonces falta... ¡Lucia! —exclamó.

Otra niña, un poco más grande, salió corriendo del baño, con el papel higiénico en mano.

—Ah, ahí está. Bueno, Alvarez, preferi' hacer el trabajo en mi pieza o aca? —cuestionó, señalando el panorama, donde dos de los pendejos se peleaban por una pelota.

—Tu pieza esta bien.

Enzo asintió y lo guió hasta la habitación. En las escaleras, una duda asaltó al más bajo—. , ¿y tus viejos?

—Mi viejo fue a comprar puchos hace como diez años y mamá trabaja por las tarde-noches. Y yo me quedo cuidando a los cabezas de pingo—contestó, con naturalidad, abriéndole la puerta de su cuarto al más bajo.

Lo primero que vio Julián, fue la excesiva cantidad de peluches que Enzo tenía sobre su cama. Había osos, gatos, perros, conejos e inclusive, la araña podía jurar que veía un unicornio escondido por ahí.

—Que lindos, ¿son de tus hermanos?

Enzo le miró.

—Seh, lucí los deja aca cuando viene a jugar conmigo a tomar el té.

Y se dedicaron a hacer el trabajo.

Enzo.

Para su sorpresa, terminaron antes de lo previsto.

—Entonces...—empezó Julián, con la intención de iniciar una conversación fuera del tema del proyecto, pero se vio interrumpido por el sonido de una alarma.

« ¡Ya son las cinco!» pensó Enzo, con una sonrisa. Se levantó de su la cama, rebuscó algo en los cajones de su escritorio hasta que lo encontró; una pelotita de plástico, algo pesada.

Julián le miraba expectante.

Enzo sólo se dedicó a golpear la pared izquierda de su habitación con aquel juguete.

Alvarez alzó una ceja—. ¿Qué haces?

—Golpeo la pared con una pelota, boludin.

—Me refiero a el por qué lo haces.

—Joaquinha siempre duerme a ésta hora. Me gusta molestarla—explicó—. Ahora, ¿podría' hacerme el favor de hacer una cuenta regresiva desde cinco?

Alvarez asintió.

—Cinco, cuatro, tres, dos...uno.

— ¡Enzo, pedazo de hijo de remil puta! ¡Basta!—se escuchó el grito de la chica desde la otra habitación, entre otra zarta de puteadas.

— ¡No quiero negra sucia!—contestó de igual manera, sólo que riendo.

Julián sonrió—. ¿No te llevas bien con ella?

—Nunca tuve una relación buena con Joaquinha, y bue' todo empeoró cuando empezo primero en la secundaria.

— ¿Por qué?—volvió a cuestionar Alvarez, puesto que él tenía una hermana y se llevaban de maravilla.

—Trajo a su primer novio a casa, y estaba muy emocionada vite', cosa de chicos. Yo estaba en la cocina, cuidando a Gonza y a Joaco. Todavía no sé si el chabon estaba confundido o si simplemente era trolo y salió con Joaquinha porque parecía hombre, pero el punto e' que, ella en un momento se distrajo y el wachin comenzó a querer chamuyarme... a mí. Fue traumático wacho porque el pibe ni siquiera era lindo. Era horrible, pero eso no evito que Joaquinha se enojara conmigo de por vida—contó, aun golpeando la pared con la pelota.

Julián lo único que pudo hacer fue reírse.

Mucho.

—Eh, no te ría', que a nuestro hijo le podria pasar algo igual.

Dijo en un susurro, sonriendo de lado, más Julián estaba demasiado en la suya como para oírlo.

—Enzo Fernandez, sos la primera persona a la que conozco que hace que el novio de su hermana se le quiera tirar—soltó entre risas.

Enzo quería grabar esa risa.

— ¿Qué te puedo decir? Soy irresistible vite'. ¿Me viste con mi conjunto de futbol? Hermano, las mujeres me envidian.

Julián sólo volvió a reír.

Enzo quería esa puta risa de tono de llamada.

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buenas noches muchachas, feliz navidad, lo prometido es deuda <3

si hay algun error es porque toy re apurada, aparte toy cagada de hambre.

perdon por el spam de antemano, pero mañana saco un one shot de estos dos boluditos en navidad, espero q lo lean si les pinta, bsos y q pasen linda noche 🎅🎄

TU TURRITO ━━ ENZULIAN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora