24 de diciembre.
Los papás de Denise invitaron a Steve y su abuela a pasar la nochebuena en su casa, así que su abuela decidió que llevaría ensalada navideña y bebidas para compartir. A las ocho de la noche se presentaron en la puerta de Don Chalo, donde ya estaban todos listos para la celebración, Steve no era especialmente católico, pero su abuela fue a la misa acompañada de los padres de Denise, mientras que ellos dos se quedaron cuidando a Leslie.
Desde que descubrieron que Denise era lo suficientemente responsable como para cuidar de su hermanito, sus padres se lo encargaban con más frecuencia. El chico estaba bien con eso, porque Leslie a veces necesitaba distraerse y doña Mirna estaba ocupada con la verdulería en el pueblo o los quehaceres de la casa, así que se encontraba demasiado cansada para tratar con el niño.
Recientemente ella había descubierto la maravilla de los audífonos aisladores de sonido y de vez en cuando, durante las tardes, se los ponía. No era raro encontrar a Doña Mirna con los ojos cerrados, recostada en uno de los sillones de la casa. Cuando eso pasaba, Don Chalo le prohibía a todo el mundo que se le acercaran y si Denise no estaba libre, él sacaba a Leslie a pasear.
Como sea, el pequeño demandaba mucha atención y no estaba hecho para un evento tan solemne como una misa, así que se quedó en la casa mientras los adultos (los de verdad) se iban. Steve y Denise aprovecharon para sacar los platos para la cena e ir preparando la mesa. Steve, quien nunca había pasado una Navidad en México, estaba impresionado al ver que todo el mundo se arreglaba muchísimo. El traía puesto un pantalón de chándal y un ugly sweter que le mandó su mamá desde Estados Unidos.
—You look so handsome —Steve le apretó la mejilla a Denise, quien se había puesto una guayabera, pantalones formales, zapatos de charol y se acomodó los rizos salvajes en un intento de peinado hacia atrás. Leslie estaba vestido exactamente igual.
—Me puse mi traje formal —dijo Denise, señalándose con los pulgares. Su cabello ya comenzaba a desacomodarse un poco, porque se tuvo que poner el suéter que la mamá de Steve le mandó para que le enviaran una selfie a la mujer.
Steve puso esa foto de fondo de pantalla en su celular. Los suéteres que su madre les regaló eran de pareja.
Aquiles estaba corriendo alrededor de ellos. Tenía un collar con un moño rojo, Bobo estaba usando otro igual, pero el pobre se quedó afuera, observando todo con una expresión de anhelo. Como no querían que hiciera un desastre con los arreglos no lo dejaban pasar dentro.
De todas formas, Steve no estaba muy al pendiente de los perritos ni de nada más, lo que estaba rondando su cabeza desde varios días atrás, era el poco tiempo que tuvo a solas con Denise desde que comenzaron las fiestas. Extrañaba los tiempos en los que eran sólo los dos y aunque le gustaba pasar tiempo en familia, era una realidad que las parejas necesitaban algo de intimidad de vez en cuando.
—Mira que bonito quedó todo, tienen curia mis niños —Su abuela estaba muy feliz cuando vio la forma en la ordenaron todo.
Steve se sintió automáticamente incómodo cuando se dio cuenta que era el único en pijama, incluso su abuela estaba arreglada y perfumada.
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A mexican beauty
Humor(LGBT+) Denise es un universitario que lleva demasiado tiempo encerrado en su casa y se ha transformado en friki completo. Steve es un estadounidense que se mudó a México para sobrevivir a la crisis derivada de la pandemia. Ambos tienen un mal ini...