Ohm es un vampiro de 200 años, no pertenece a ningún clan, y es un vampiro solitario, el cual su vida se verá afectada al conocer a un cazador de cambiaformas.
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Comencé a abrir los ojos por un fuerte dolor en el brazo, un hombre de complexión muy robusta y de estatura alta sostenía un fierro de marca ardiente y lo incrustaba sobre mí, el ardor no era mucho pero era suficiente como para despertarme, no grité, entendí la situación al percatarme que me encontraba amarrado de brazos y pies, sostenido on una bija como si estuviera colgado, en un cuarto oscuro y con olor a humedad, -Esto es sorprendente- dijo el gran hombre al notar que mi piel se reestablecía a la normalidad sin dejar una sola marca, tenía un aparato electrónico sobre sus manos y escribía a velocidad luz, tragué saliva intentando hablar por primera vez, apenas intentando ver en la oscuridad, pero ese cuarto era especial, usaba tecnología que me impedía usar alguno de mis poderes -¿Quiénes son ustedes?- indagué mirando fijamente a la chica joven que me miraba con ímpetu, desde su silla donde me vigilaba, -Largo de aquí, debo hablar con él preso- dijo la mujer muy altaneramente,el hombre robusto frunció el ceño pero obedeció, desapareció de mi visibilidad mientras avanzaba sobre el pasillo.
-Soy parte de una asociación de cazadores de vampiros, estas en la casa del líder, y responderás a mis preguntas- enfatizó en eso último levantándose de su silla para tomar entre las manos una manguera eléctrica la cual hizo prender si dudar, mi cabeza dio muchas vueltas y sin lugar a dudas esa mujer me torturaría sino respondía a sus dudas -te evitaré la fatiga de todo ese procedimiento, hablaré únicamente si traen al hombre que me capturó- dije sin temor en mi petición. La mujer se soltó a reír como una completa desquiciada, pero la petición fue lo suficientemente interesante para que pusiera su material de tortura sobre la mesa nuevamente.
-he vivido más de 100 años, habrá un momento en que te reconocerá tu paciencia y entrega-, Ella se quedó en silencio, caminó hacia mí y me tomó de la quijada para observarme, tenía un semblante perdido, -Agradezco tus palabras.. Ohm- abrí grande los ojos y sonreí mostrando mis colmillos. -Así que sabes quién soy, ¿Quién eres tú? - le pregunté -Soy la mejor cazadora mujer en la historia de la asociación, provengo de una familia de linaje francés, puedes llamarme Janghae-, aprete cuerte mis manos mientras le observaba -Un placer Janghae, ¿tu futuro prometido tiene algún nombre?-, ella soltó mi quijada y clavo su uña enorme sobre mi mejilla escribiendo algo sobre mi piel, -he escrito su nombre en tu mejilla- dijo alejándose, mi sangre había coloreando su uña -iré por él- murmuró y se fue, me moví tratando de quitarme las cadenas mientras ella se había ido, en poco tiempo desaparecería el nombre del sujeto. -Es inútil que intentes quitarte las cadenas- dijo una voz, podía recordarla, era él.
Me puse en alerta, ese hombre era peligroso, no había podido escuchar el sonido de sus pasos. Pero si podía el de su corazón, cerré los ojos presionando a mis oídos a escuchar más -Tu sangre... creí que moriría -le dije sorprendido, caminó unos metros más sin salir a la luz, -pudiste haber muerto si succionabas más -, me dijo suavemente, -si sigo viviendo es porque necesitas algo de mí, te ayudaré - le dije y de un momento a otro sin pensarlo más le solté -es más, seré tu esclavo-, el hombre salió a mi vista y jaló la silla donde la chica estuvo sentada apenas unos minutos, separó las piernas y me miró fijamente, su mano estaba envuelta en una gasa y su cuello estaba cubierto con una venda me imaginaba que era a causa de mi mordida, se descubrió la herida de la mano quedamente sin titubear, sin temor, sin dar un paso atrás-el pacto , hagámoslo y sé mi esclavo-. Apenas terminó de decir aquello, cuando un estruendoso ruido se escuchó detrás de la puerta, el chico se levantó de la silla y corrió, -Janghae, ¡espera! ¡ay demonios!-, volvió de inmediato a mi lado para quitarme las cadenas de las manos, -¿qué haces?- pregunto al observarlo, -No hay tiempo, hagamos el pacto- el chico que era más bajo que yo, sacó su navaja de fina envoltura de su pantalón y se cortó la mano después de me la dio a mi y lo imité, acercó su mano y yo temía que me fuera a desmayar con solo mezclar la sangre, juntamos nuestras heridas mientras nos tomábamos de las manos duramente, -¿cómo te llamas?- murmuré, él me miró incrustando sus ojos en los míos, ambos sabíamos la importancia de un pacto de sangre, -Korapat Kirdpan- su apellido Kirdpan era muy sonado durante cientos de años, el apellido sonaba con eco en mis oídos, y por un momento pensé que había cometido un error al juntar mi mano a la del enemigo -Yo, Pawat Chittsawangdee, acepto ser el esclavo de Korapat Kirdpan, siempre y cuando él sea sincero conmigo y no me guarde secretos-mencioné, Korapat apretó los dientes ante eso, pero aceptó que yo me adelanté a iniciar el pacto, -Yo, Kirdpan Korapat acepto ser sincero con Chittsawangdee Pawat, siempre y cuando él me sea servicial-, ambos nos miramos unos segundos y separamos nuestras manos observándonos mutuamente, el ruido de muchas pisadas me hizo estar alerta -Personas se acercan- le informé, -te ordeno que te quites las cadenas de los pies, libérate- ni siquiera había pensado mis acciones y mi cuerpo involuntariamente reaccionaba a su orden, me quité las cadenas de los pies mientras él depositaba una hoja con un sello sobre la mesa donde estaba el material de torturas, -vámonos -dijo finalmente antes de que ambos saliéramos del cuartucho
