soltar aunque quieras

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Y finalmente te dí la carta con todo lo que pensaba. Desconozco si al final la leíste. El caso es que no recibí respuesta de tí. Y tras dos días esperando, te bloqueé. Vivir esperando era peor que vivir con la incertidumbre. Creo que la leiste, pero no te afectó. Creo que te dió igual. O simplemente nunca te importó. Lo cierto es que reforzaste todas mis teorías de que en ningún momento te importó. Y perderte de esta forma, es lo peor que me ha podido pasar. Sobretodo por el desengaño, porque te has comportado fatal conmigo. Te he explicado como te necesito, como te quiero. Y no puedes. Lo que duele de verdad, no es el menosprecio, porque eso significaría que te sigue importando, simplemente es la indiferencia. Hacia mí y hacia todo. Y yo ya no puedo intentarlo más. Te suelto, aunque sé que lo estás pasando mal, aunque quiera ayudarte. Te suelto. Aunque me vaya a costar muy caro no haber estado ahí. Te suelto. Aunque yo te haya pedido que te alejes, y no lo estés haciendo, te suelto.

Tiritas HidroalcólicasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora