taehyung era una persona que fingía ser feliz, ¿pero como alguien podía ser feliz sin familia, y rodeado de personas que se hacían pasar como tus amigos? taehyung lo sabía, sabía que en realidad estaba solo, y el que lo dejaran plantado en aquel res...
n/a: al principio quería hacerlo jikook pero me cuadraba más con taehyung por su cumpleaños, igual jungkook es bottom así que no me disgusta jsjdjs. además, mato dos pajaros de un tiro con esta historia por el especial cumpleaños de tae y de año nuevo juju.
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TaeHyung de alguna forma sabía que no tenía amigos ¿aquellas personas con las que solía juntarse? pura basura, cuando no estaba alguna de ella se ponían a hablar mal a sus espaldas, y no dudaba de que hacían lo mismo cuando él no estaba presente. Sin embargo TaeHyung seguía con ellos porque no tenía otra parte a donde ir, mejores personas a las cuales contarle sus problemas e inseguridades, e incluso cualquier vanalidad como que cuando pintaba y quería tomar agua accidentalmente tomaba el vaso donde enjuagaba sus pinceles, o que una vez se le explotó un lapicero en la boca mientras lo mordía. Nada, porque sentía que aquello no era importante para aquellas personas a las que les decía amigos solo para no sentirse solo.
A veces es muy difícil romper las costumbres, aunque sepamos que es lo mejor nos quedamos ahí, porque tememos a lo desconocido, aquella era la situación de Kim TaeHyung, un pequeño huérfano que nunca conoció el amor fraternal.
—¿Qué tienen pensado hacer para el final del semestre? —preguntó Iseul, mientras miraba su teléfono con más atención que a las personas a su alrededor.
—¿Escuchaste sobre la fiesta que organizará SeongJin? Al parecer promete bastante —dijo Yun.
TaeHyung hice una mueca, ya imaginando lo que se vendría: una fiesta alocada con alcohol, humo y hasta drogas que definitivamente no era su estilo, pero a la que iba a ir porque no tenía nada mejor que hacer, y no quería abandonar a sus "amigos". Normalmente él era el que se mantenía sobrio y se encargaba de manejar y llevar a casa a aquellos a los que no terminaban en la casa de otra persona o perdidos por ahí.
—Yo no puedo, mi mamá me dijo que si me embriaga el último día de clases del año no me llevaría con ellos a Alemania, y para asegurarse de eso compró los boletos de avión al día siguiente a las seis de la mañana —dijo DaeHyun, abatido.
—¿Eh? no, hermano, que lástima —le dijo esta vez Hwan, dándole palmadas en la espalda.
—Ahm.. —dijo TaeHyung, esperando poder negarse. Estaba empezando a querer salirse de ese grupo que no le aportaba nada a su vida.
—Espero que vayas, TaeHyung, porque tú eres el que nos lleva y nos trae.
¿Así que solo servía para eso, no, Iseul?
TaeHyung suspiró.
—Está bien —dijo simplemente.— ah, chicos, mi cumpleaños es el 30 de diciembre, pensaba que podríamos..
—Sí, sí, ahí estaremos —dijo Yun casi con irritación, TaeHyung sintió una punzada de dolor en su pecho por su tono cansino.
