Capítulo 14: En Picada

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¡Muy buenas tardes! Ya sé que me he desaparecido mucho tiempo de esta historia, pero existen razones. Una de ellas es que no me he puesto a escribir de este fic por falta de inspiración/ganas, la segunda es que estoy fuera de la ciudad por motivos laborales y donde rento no hay internet, y tampoco me queda vida alguna XD Voy doce horas diarias, así que...llegó solamente a cenar y dormir jajaja. Pero bueno, cada que pueda venir a mi casa —como hoy— y tenga algo escrito —como este cap que lo escribí en mis 3 horas de viaje en el móvil— tendrán su actualización. Gracias por sus visitas, comentarios y el apoyo que esta historia está recibiendo. ¡Lindo fin de semana y nos andaremos leyendo!


Sólo agregaré algo... a Aomine no le gusta lo nacional X'D Ya lo entenderá en su momento.


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—¿Y esa cara de insatisfacción total? —fue el alegre comentario que emergió de los labios de Hadrien en cuanto notó que el moreno continuaba tumbado en el mismo sillón en que lo dejó antes de salir a hacer las compras.

—Tu novia está dormida en su habitación —expresó para que le dejara en paz antes de que se pusiera de parlanchín.

—Así que estás así porque no te han dado...oportunidad de reunirse con Kai —el muy cabrón había hecho esa pausa a propósito para que se cabreara y se levantara de golpe. El alemán se echó un par de carcajadas ante la respuesta obtenida.

—¡Pero que estupideces estás diciendo, imbécil! —rugió con enorme fiereza. Como si le hubieran dado el peor de los insultos. Y en cierto modo era así así.

—Creía que lo de ustedes solamente eran meros acostones —era en ese momento en que Aomine empezaba a considerar que la sobreprotección que experimentaba el rubio hacia su hermana estaba bien fundamentada.

—Claramente sólo es una mera diversión —bufó. Aunque una pequeña parte de él sentía una enorme inquietud. Misma que se tornó más palpitante después del último encuentro que tuvieron; justo ese en el que el rubio prácticamente dejó todo a medio comenzar.

—Pues si fuera de esa manera, no estarías perdiendo el tiempo jugando videojuegos toda la noche con una obsesionada como Axelle —y obviamente estaba en toda la razón.

—Te agrego que ha sido ella la que me ha metido en toda esta farsa —contraatacó.

—Pero gracias a ello no ha pasado nada contigo o con el hermano de Axelle —maldito alemán que tenía respuesta para todo.

—Tsk...Vaya familia más fastidiosa —él sabía que nada bueno ocurriría de seguir teniendo algo que ver con Tatsuhisa, pero su lado obstinado no quería quitar el dedo del renglón. Era como si quisiera demostrar algo, aunque no tuviera claro qué.

—A mí me parece de lo más divertida —sonrió cínico, como era usual en él—. ¿No quieres conocer a la novia falsa de Kai? —esa pregunta llegó demasiado tarde para el moreno.

—Ya la conocí - con sólo recordarlo inconscientemente torcía el ceño.

—Es bastante hermosa —Daiki lo sabía de antemano y no necesitaba que a lo recordaran.

—Le diré a Axelle que andas de perro faldero —una de sal por todas las de arena.

—Yo soy un hombre fiel —se jactó con orgullo.

—Pues estoy empezando a dudarlo —carraspeó.

—¡Ja! Claro que lo soy —estableció seriamente. Incluso su sonrisilla se esfumó de sus labios—. Axelle es mi amiga de la infancia. La conozco prácticamente de toda la vida y no creo que alguien pueda siquiera comparársele —esperaba cualquier tipo de comentario por su parte, pero no un enunciado semejante. Él realmente estaba siendo sincero y eso lo dejó totalmente perplejo.

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