La tarde previa a la final del campeonato, Emiliano notó un comportamiento extraño en su capitán.
Si bien era común que Lionel estuviera callado, no lo era tanto cuando no se reía de los chistes de Rodrigo, o cuando los más jóvenes lo buscaban con algo nuevo para pelear y él no reaccionaba. Pero lo que terminó de confirmar las sospechas de que algo pasaba fue cuando desistió de jugar un partido de truco con los demás chicos. Definitivamente algo andaba mal, y si bien quería saberlo, tenía en claro que del capitán no iba a salir ni una sola palabra al respecto.Martínez intuía el porqué del comportamiento raro. Creía saber la razón, la cual tenía nombre y apellido: Sergio Kun Agüero.
El mejor amigo del capitán, ausente por órdenes del médico, no pudo seguir jugando junto a él y, por ende, tuvo que abandonar la selección. Tantos años habían estado juntos y, de un momento para el otro, solo era el capitán.
Mientras calentaban para el último entrenamiento del torneo, Martinez clavó la mirada en Lionel, quien estaba serio, pensativo y retraído, mirando al suelo en todo momento.
Divisó a Gomez, el Papu, acercándose con su característica sonrisa en la cara para hablar con el mayor, pero no vio que nada haya cambiado en el rostro del capitán. Intercambiaron algunas palabras y luego cada uno fue por su lado.Emiliano sintió un enorme deseo de acercarse a hablar con Messi, intercambiar un par de palabras y decirle que, aunque no se conocían mucho, él iba a estar para cualquier cosa que el capitán necesitara. Pero si bien era una persona bastante extrovertida, en aquel momento las piernas no le respondieron y sintió pánico de ir junto a él y que las palabras no salieran, quedando en ridículo frente al máximo ídolo.
Suspiró y meneó la cabeza de un lado al otro intentando alejar los pensamientos negativos de su mente. Necesitaba concentrarse en el juego, en lo que había estudiado y en lo que mejor sabía hacer.El grupo de arqueros era reducido pero muy unido. Armani pronto se dio cuenta de que algo andaba mal con el arquero estrella y decidió prestarle atención a sus movimientos.
Scaloni, un poco más apartado, también se había percatado de las actitudes de su capitán y su arquero, pero decidió no entrometerse a menos que las cosas se pusieran feas. Confiaba en que ambos, unos hombres adultos, podían resolver los problemas por sí mismos. Por el momento lo dejó pasar y siguió escuchando atentamente lo que su amigo y compañero Aimar tenía para decirle sobre el entrenamiento de aquel día.
—Dibu —lo llamó alguien, sacando a Emiliano de su meditación. Levantó la mirada de sus botines y se encontró con Enzo Fernández, el menor del grupo. Le sonrió y alzó las cejas en respuesta, preguntando no verbalmente qué pasaba—. ¿Me ayudas a practicar penales más tarde?
—¿Te pensás que vamos a ir a penales? —preguntó en respuesta Martinez, escéptico.
—Confío en nosotros —contestó Enzo, encogiéndose de hombros—, pero no en mi forma de patear penales. Es por las dudas nomás.
—Sí, Enzito, no hay problema, yo me quedo un rato con vos.
Fernández le agradeció y volvió a su lugar junto a su amigo Julián. Martinez volvió a soltar un suspiro y se reacomodó la media. Un sonido de aplausos le llamó la atención unos segundos después y, sin darse cuenta, intercambió miradas con el capitán antes de dirigir sus ojos hacia el director.
Scaloni, en medio del campo, llamaba la atención de todos los jugadores y les pedía que se reunieran con él.
Los jugadores formaron un círculo rodeando al entrenador, con la mala fortuna (o quizás la buena suerte) de que Messi quedó justo frente a Martinez. Este último casi no prestó atención al sermón de Scaloni, ni los ánimos que este intentaba infundir en el plantel, solo tenía ojos para Lionel, quien tenía la mirada perdida y apagada.
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anything for you, capitán // OS dibu x messi
FanfictionDonde Lionel, la noche anterior a la final de la copa, se pone triste recordando que su amigo el Kun no está más en el equipo y le pide al Dibu que pase la noche con él, sin saber que este tiene fuertes sentimientos por el capitán.