Estaba más que desesperado corría por las calles a toda prisa sus ojos marrones se humedecen por las lágrimas "¿por que?¿por que no pude verlo? por que no pude ver lo que tus ojos ocultaban" llegó a la dirección que su teléfono le había dado.
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*Veinticuatro de diciembre faltando tres minutos para navidad, cuando el cielo es iluminado por los fuegos artificiales, cuando el sonido de la pólvora invade tus oídos, en la azotea de un edificio elegante que este alejado de los lugares donde las personas me distinguen, mirando todo el espectáculo que ocurre frente a ti, admirando lo hermoso que se ve todo.
"Para mí sería el escenario perfecto para morir"
-¡¡¡Kazutora!!!-el grito de Baji resonó por todo el lugar.
Pero era demasiado tarde el hombre acababa de saltar del edificio. Baji se agitó y corrió por las escaleras para bajar, sus ojos se llenaban de lágrimas, ¿Por que?¿Por que maldita sea?.
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*Baji Keisuke odiaba a Kazutora Hameniya desde el momento en que lo vio ingresar a su casa, con esa pinta de niño fresa, peinado, perfumado y vistiendo ropas que ni siquiera trabajando como burro todo un mes el podría comprar.
El niñito rico resultó ser el hijo del dueño de la empresa donde trabajaba su madre, se conocieron en dicha empresa, ya que Kazutora se escapaba de esas aburridas reuniones a las que su padre le obligaba a asistir aún siendo joven para ir a la cafetería y meterse en la cocina donde hablaba todo el tiempo con Ryoko Baji la encargada de la cocina y el día de hoy su madre lo había invitado a casa.
No le despegó la mirada de encima ni un segundo a cada movimiento que Kazutora hacia el le daba una mirada juzgadora o de odió tanto que terminó haciendo que el chico se sintiera incómodo y eso era lo que quería que se incomodara para que así se fuera y sacará su estúpida y linda cara de su vista.
Desde ese día se encontraba a el maldito de Hameniya hasta en la sopa, cuando estaba en el centro comercial, por la calle, en el Arcade al que siempre iba, hasta resultó que el muy maldito estudiaba en su escuela y lo peor de todo era que era su Senpai.
Hoy no estaba de buenas pulgas, al salir de la casa su madre le regaño de nuevo por su rendimiento académico, pensaba en no asistir a la escuela pero cuando llegó a casa de los Sano, Shinichiro iba saliendo y con el Mikey, odiaba tanto ver así a Manjiro así, el mayor de los Sano le pido amablemente que asistiera a la escuela y que por favor intentará hacer algo por su futuro a lo que el simple gruñó y acató. Pero todo había sido peor cuando llegó a la escuela todos sus sensei le regañaron por todo, desde su vestimenta hasta sus notas.
Mando literalmente a comer basura a uno de sus sensei por lo que terminó en dirección dos horas, "no voy a gastar más mi vos con un caso perdido como tú" eso fue lo único que el director le dijo. Salió con unas ganas inmensas de partirle la cara al primer idiota que se encontrará frente el, pero dudaba mucho que a esa hora encontrará algún estudiante por hay.
Se equivocó casi a la salida se topó con el ser más despreciable del mundo, el que más le jodía la existencia, el maldito de Hameniya iba saliendo también de la escuela, con su cara bonita y su uniforme bien planchado y a su medida que dejaba ver el buen trasero que se cargaba.
El cuerpo de Hameniya era sin duda alguna muy apetecible tanto para mujeres como para hombres, no tenía mucha masa muscular pero si se mantenía en forma además de que tenía algunos razgos delicados en si rostro más el color de sus ojos lo hacía sin duda una delicia. Tal vez no sería malo jugarle una broma al niño rico.
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Razón
Fanfiction¿por que?¿por que no pude verlo? por que no pude ver lo que tus ojos ocultaban. -¡¡¡Kazutora!!!-el grito de Baji resonó por todo el lugar.