Narrador omnisciente.
Alyrya gime ante los besos que Daemon reparte por su pecho hasta su hombro derecho, besando cada herida que tenía en su cuerpo. La misma se sube sobre él, dándole un apasionado beso que Daemon acepta gustoso mientras mete sus dedos entre sus labios vaginales empezando a moverlos sobre su clitoris, haciendola saltar con sorpresa.
Alyrya deja de besarlo para echar la cabeza hacia atrás y poder gemir.-¿Te gusta?-Inquiere Daemon en Valyrio con una sonrisa.
-Sí. -Suspira.-No pares.-Le suplica antes de volver a unir sus labios.
En cuanto Daemon la sintió lo suficiente lubricada y cuando su erección empezó a ser dolorosa, retiró sus dedos. En este momento la culpa no tenía lugar, el salvar a los bebés en su vientre era lo primero para ella.
-¿Estás lista?-Alyrya asiente ante la pregunta, casi con desesperación.
Alyrya levanta levemente su cuerpo para que Daemon pueda posar su miembro en su entrada, ambos se miran a los ojos, dandose una sonrisa triste. Entonces, Alyrya se sienta de manera lenta, ambos dan un gemido silencioso al unísono, Alyrya sigue gimiendo mientras clava su mirada en su acompañante. Daemon no despega su mirada de ella, viendo el placer que le estaba dando, conteniendo sus propios gemidos porque sólo quería oírla a ella.
Alyrya acuesta su cabeza en su hombro, acariciando las heridas de lanza en su espalda y sus fornidos brazos, dando gemidos en su oído, Daemon toma su mejilla mientras mueve su pelvis intentando darle el mayor placer, hasta que ambos se quedan quietos, los vellos corporales se erizan, el sudor cae por sus pieles desnudas, el cabello de Alyrya se pega en su frente.
-Te amo, Aly.-Murmura abrazándola.-Te amo demasiado.-
-Y yo a ti.-Le responde correspondiendo. Ambos estaban en un momento vulnerable, su hija acababa de morir.-La extraño.-Susurra esperando que el sintiera lo mismo.
-Lo sé. Yo igual y la vimos hace unas horas.-Daemon respira agitado, temiendo que Alyrya inicie a llorar y no poder contenerla como merecía.-Vengaremos su muerte. Puedo prometerlo.-
Ninguno dice nada más, se quedan un minuto máximo abrazados y respirando agitados por el ejercicio de hace unos momentos.
-No podemos volver a hacer esto, Dae.-Susurra.
-Lo sé.-Comenta, negado a soltarla cuando ella se remueve.-Pero no quiero que acabe. Me siento en paz contigo.-
-También me siento así, pero Rhaenyra está en medio de esto.-Suspira dándole un beso a su hombro.-Eres el único que comprende el dolor que tengo ahora.-
El de ambas, piensa Daemon. Las quiere a ambas pero no puede tenerlas y no quiere escoger. Su verdadero amor, Rhaenyra. Una mujer que necesita constante guía y protección y su alma gemela, Alyrya. Una mujer que lo guía en su camino, que lo hace sentirte en paz consigo mismo. La madre de su primer hija. Quien le enseñó lo que es sentirse amado.
-Después de todo esto, Alyrya, nos casaremos. No me interesa si dices que no. ¿Me Entendiste? Serás mi esposa con una ceremonia Valyria y te llenaré de bebés.-
Alyrya ríe levemente, finalmente pudiendo bajarse de él para ver su rostro.
-¿Es una orden, Rey consorte?-Daemon observa su mirada cansada por lo que no pretende bromear. No es el momento.
-Claro, Mano. Di que sí.-Le suplica.
-Lo hablaremos en su momento. Hablemos de lo importante.-Le dice mientras empuja su cuerpo para que ambos se acuesten, Daemon pasa su brazo por detrás de la nuca de Alyrya para poner su cabeza en su pecho, como solían hacer.-debemos cuidar a Rhaenyra. Es débil.-
ESTÁS LEYENDO
La bastarda roja ||Versión Black.
FanfictionLa princesa Alyrya Targaryen o como todos la llaman, La bastarda roja por ser pelirroja, hermana de Viserys, Deamon y Aelor Targaryen (de mi inversión) Portada hecha por:bas7ard