¿san val... qué?

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Nico despertó. Estaba en su cabaña, en el Campamento Mestizo, pero no sabía qué día era. Su cabeza dolía, su cuerpo tenía bastantes cortes y tenía poca fuerza, a pesar de que, presentía, había dormido bastantes horas. Lo último que recordaba era que lo mandaron a una misión por unos semidioses que habían encontrado en una escuela en otro país y que las cosas habían salido mal, así que tuvo que hacer un viaje de sombras con él, el sátiro encargado de la misión, y los tres semidioses que se habían encontrado. Era un total de cinco personas, en teoría no debería darle tanto problema, ya que llevaba años practicando, pero fue tan de golpe (y después de luchar) y apenas tenía fuerzas. Solo recuerda sentir cómo toda su esencia se desvanecía, sintió la muerte como nunca antes la había sentido, y luego... Nada.

En fin, no conseguiría nada quedándose en su cabaña tratando de recordar, así que salió. Le costó bastante porque otra vez tenía más pinta de fantasma que de humano pero le dio igual, tomó agua y salió. Era de día, así que debió perderse todo el entrenamiento que daban por la mañana. Fue a buscar a Solace a su cabaña, pero no había nadie, solo una pequeña nota en la cabecera de su cama.
"Nico, si estás leyendo esto, anda a verme a la enfermería, los semidioses que trajiste estaban inconscientes y los estoy cuidando ahí.
Te ama, Will."
Así que, como los dioses del Olimpo mandan, se fue con paso campante a la enfermería, y se encontró a Will sentado en la silla con el cabello alborotado, los hombros caídos, las mejillas hundidas y bebiendo algo. Tal vez era medicina.

— ¿Will? ¿Qué pasa? ¿Por qué estás tan mal?— era cierto que Nico estaba peor, pero le daba igual, quería cuidar de su novio... Aunque no tuviera la menor idea de cómo hacerlo.

— Pues... El resumen, ah, ven aquí primero— dio un golpe ligero en su pierna, indicándole al más bajo que se sentara allí. Nico obedeció con las mejillas algo rojas y las manos apretadas— En primera, los semidioses habían sido envenenados por un monstruo raro que no había detectado nadie en su escuela, por eso estaban... Así, cuando los encontraron.

Esos tres semidioses de nombre Kellin, Vic y Rainn eran hijos de Niké, y al querer ganar siempre, no rechazaban una apuesta con nadie, y de alguna forma, habían sido engañados para que los envenenaran, cuenta Will. Por ese motivo le costó más a Nico transportarlos por las sombras, porque su esencia lo dañaba, pensó el pelinegro a toda velocidad.

— Bueno, pero ya has trabajado con veneno antes, ¿ese veneno era más fuerte o...?— se vio interrumpido por el rubio.

— Nico, también gasté energía intentando salvarte a tí. ¿Recuerdas cuando en el viaje con Reyna y el entrenador no tenías sustancia física? Esta vez fue peor, necesité la ayuda de todos los sátiros y sanadores de Apolo que teníamos a mano para salvarte.

Ok, eso explica por qué se sentía tan mal... Y por qué su piel podía transpasar un poco el cuerpo de Will.

— ¿Por qué lo hiciste?

— ¿De qué hablas?

— Hacer tanto para salvarme. Es decir, sé tal vez no haya otro hijo de Hades allá afuera, pero... No soy un semidiós necesario, se las arreglarían bien sin mí.

William besó a di Angelo, era eso o darle un golpe, y en ese momento probablemente terminaría bajo tierra si le hacía eso.

— ¿Acaso eres... Idiota? Te amo, por los dioses, ¿no te ha quedado claro? ¿Ni siquiera después de lo de ayer...?— se detuvo en seco, probablemente recordando algo.

— ¿Ayer pasó algo importante? Además de que me hayas curado, es decir.

— Nico, estuviste dormido todo el día de ayer, o sea 14 de Febrero. Te asignaron la misión el 12, la llevaste a cabo el 13, dormiste todo el 14 y hoy es 15.

Eso explicaría también por que tenía los músculos tan tensos.

— Bien, ya entendí, me sobrepasé con mis poderes, casi muero, hiciste mucho para salvarme porque me amas, dormí un día entero, pero, ¿ayer qué?

— ¿En serio no sabes por qué tiene importancia el 14 de Febrero?

Nico trato de pensar en algo, pero no pudo recordar nada. No era el cumpleaños de Nico ni de nadie cercano, ¿sería por la muerte de esa chica, Misa Amane, del manga que tanto le gusta a Leo? No, eso es importante pero no para Will, ¿qué será?

— El día de San Valentín, de los enamorados, del amor y de la amistad, Nico, por los dioses. Es decir... Sé que probablemente no sea un día importante para tí considerando que haces cosas tan importantes y así, pero... Quería pasar ese día contigo. Había planeado todo, y de la nada te asignan una misión super peligrosa de la cual casi no regresas vivo y encima no pude verte en un día entero por estar en la enfermería.

Esta vez fue el pelinegro quien besó a Solace, ya que en verdad sintió lo que dijo. Es decir, usualmente pasaban todos los días juntos, haciendo cosas especiales, pero que William haya planeado un día entero para ellos dos era bastante tierno.

— Tal vez... Will, mira, lo siento, nada de eso fue mi intención, es decir... Yo no quise casi morir salvando a esos semidioses pero... Lo siento, ¿sí? Lo siento por no haber sabido de ese día, es que... Nunca lo celebré con nadie...

Cuando Nico mejoraba su humor, su sustancia física se hacía más sólida, más firme, más... Viva. Así que esta vez pudieron entrelazar sus manos.

— Ya, entendí. Dime, Nico di Angelo, hijo de Hades, rey de los fantasmas, embajador de Plutón, amor de mi vida, mi futuro esposo, el novio más hermoso del mundo, sombritas... ¿Te gustaría pasar éste día conmigo? Ya sabes, haciendo cosas de semidioses normales, comer ambrosía y néctar para no morir, sanarte todo lo que pueda, que vayamos a un lugar que te guste... En el campamento, porque no dejaré que hagas otro viaje por las sombras en un largo tiempo.

Nico rió, puede que ambos hubieran estado a punto de morir hacia poco, pero eso daba igual, ahora estaban vivos e iban a aprovecharlo. Nico sabía mucho del tema de la otra vida, pero incluso si no supiera absolutamente nada, estaba seguro que ambos irían a Los Campos Elíseos, porque allí era donde iban las personas que habían hecho algo bueno, heroico, o simplemente habían vivido su vida de la mejor manera. Al amarse, esos dos vivían la vida como los dioses esperaban.

— Feliz post San Valentín, tesoro.

— Feliz post San Valentín, sombritas.

luz y oscuridad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora