[Minji Unnie]
Yubin?????[Minji Unnie]
Dónde estás?[DongDong]
No me digas que te fuiste, llegaste hace dos horas a penas.[Siyeon Unnie]
Hey, ¿Por dónde andas? Las chicas me dijeron que te vieron llegar[Gahyeon]
¡FELIZ NAVIDAD, BIN![+9 Mensajes]
[...]
El timbrar del celular, constante y agudo se mezclaba con la respiración errática de la mujer apoyada sobre el lavabo del pequeño cuarto de baño. Luces apagadas, y el fuerte sonido de la música proveniente de la sala del lugar acompañaba el resplandor de las coloridas luces tras la puerta; se escuchaba el murmullo de las personas y el aroma a alcohol la empezaba a asfixiar.
La pirotecnia resonaba en sus oídos como balas tras su espalda; y ella temblaba, asustada, enojada, quizás frustrada; poco a poco desubicada mientras tapaba sus orejas como si eso fuese a reducir posiblemente el sonido que destruía su capacidad de razonamiento.
El reflejo del espejo le permitió ver el desespero envuelto en sus ojos, al borde de un llanto inminente, poco a poco perdía el control de su cuerpo. Sus labios parecían morir por murmurar por ayuda, compañía, algo; pero su voz apagada solo le hacía sentirse inútil; sus brazos le rodearon el torso en un movimiento brusco, sus uñas encontraron la piel descubierta, sin dudar en arrastrarse a lo largo de su palidez.
Ahogada, callada. Los minutos que pasaron se bañaron de lenta agonía hasta sentir algo húmedo sobre sus dedos.
Ella sabía que estaba sangrando.
Más no sabía lo que estaba pasando.
El carmesí de su sangre indistinguible en la oscuridad bajo su respiración dificultosa significó la entrada definitiva al abismo del exaspero. Como una bomba de tiempo, explotó en llanto mientras sus piernas perdieron la fuerza.
Rebasada en miedo.
El piso helado del baño hizo contacto con su cuerpo, sus rasguños, su cabeza, provocando un grito ahogado tras el impacto de parte de la chica. Perdida, sola, y si alguien la viese, probablemente loca.
Ella no odiaba la navidad, pero sí había algo en ella que le hacía sentir rechazo. La multitud, los cohetes, el ajetreo. Los sonidos. Tan agobiantes y fuertes, tan irremediables. Su alrededor no parecía entenderlo. Era doloroso. Ni sus padres, ni sus profesores, ni sus compañeros, ni sus familiares, nadie. Todo parecía un chiste cuando se trataba de su sensibilidad exagerada.
[Bora Unnie]
Yubin-ah, por favor aparece. Me preocupas.[Yootony]
Binnie, sí pude venir, llámame.[+9 Mensajes]
Entre sollozos balbuceaba alguna ayuda, sin ser capaz de mirar el celular, con manos sujetas a su cabello, fuerte e intenso.
Se sentía como morir, como una tortura no merecida.
El frío que se acumulaba en su pequeña anatomía poco a poco le hacía perder las ganas, la movilidad; su fuerza yacía esfumada, su respiración empezó a fallar de forma fatídica. Se estaba hiperventilando cuando la puerta se abrió con cierta abruptidad.
La luz se encendió pero la mujer en el suelo no fue capaz de escuchar el grito ahogado que la presencia ajena se apresuró en acallar.
—Yubs... —la castaña cerró la puerta a sus espaldas y en su voz vivía el desespero tras procesar la escena frente a ella.

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demons; 2yoo
FanfictionA veces Dami solo necesita alguien que la sostenga. || Esta historia es completamente mía, por favor, respetar los derechos de autor en caso de ser adaptada.