La ventana

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Una luz fuerte molesta mi vista, veo a mi alrededor varios enchufes que estan conectados en mi.

Muchas preguntas rebotan en mi cabeza.

¿Cuánto tiempo llevo aquí?
¿La guerra acabó?
¿Dondé estoy?

Entra una persona a la habitación que al verme se sorprende tanto, rapidamente llama a un doctor, estoy muy confundido, lo único que quiero son respuestas.

-¿Qué me sucedió?

-Siento ser tan alarmante, espero no haberte asustado.

-No lo has hecho, pero quiero que respondas a mi pregunta.

-Oh es verdad, militares estaban acechando a varios ciudadanos en la noche para acabar con ellos, dispararon sin ningun remordimiento a cualquiera que se atravesara, oí que ayudaste a varias personas a escapar mientras distraías a algunos militares, muy valiente de tu parte, pero estos te hirieron bastante y llegaste aquí.

Logre recordar, mi familia y yo estabamos ayudandolos a escapar y distraer a algunos militares, ya estabamos a punto de huir, pero vi la escena más cruda de mi vida, un militar abusando sexualmente de una madre frente a sus hijos, eso me enojo bastante, me dió igual que varios militares alrededor me vieran, me lance a matarlo a golpes, hombre sin honor, asqueroso, desgraciado, eran las palabras que le gritaba con cada golpe, la madre y sus hijos lograron escapar, pero mala suerte la mía me dispararon varias veces y perdí la conciencia aún logre oír los desgarradores gritos de mi madre al ver horrible escena.

-¿En que parte del país estoy?

-Estás en Nueva York, tu familia fue quien ayudo en traerte aquí y a varios afectados por la guerra.

-Ya veo.

Otra persona entra a la habitación, una persona con estatura promedio diría yo, pelirrojo.

No me di cuenta de lo que estaba hablando con el enfermero, lo estaba viendo muy detalladamente.

-Señor kujo, logro ver que ya está mucho mejor, me tenía algo preocupado.

-No creo que haya sido tan grave, solo fueron como 2 militares balaceandome.

Esto ultimo hizo escapar una pequeña risa del pelo rojizo.

-De parte mía y de las personas que salvaron, les damos las gracias por ese acto tan honorable

-No tiene porque agradecer.

-Tengo que hacerlo, fue muy valiente de su parte.

-Usted es el que hace todo el trabajo a final de cuentas, darles medicamento y ayudar en su recuperamiento.

-Entonces estamos empatados.

-Tiene un punto.

Nos quedamos viendo un rato a los ojos, se sentía una gran conexión a pesar de apenas conocernos en unos minutos, pero el momento se detuvo, porque este necesitaba mencionar algo.

-Le ha caído muy bien el medicamento estos últimos días.

-¿Cuánto tiempo llevo en este hospital?

-Exactamente 2 semanas, aún no puede ser dado de alta, hasta que yo este completamente seguro de que todas sus heridas sean curadas.

- Mejor, para ser honesto, me alegra estar en las manos de alguien tan confiable como usted.

Eso último se me fue de las manos, bueno, era lo que realmente sentía, yo juraba que lo conocía de años.

-Hace que me sonroje, pero es mi trabajo cómo médico.

Han pasado seis días desde que desperte del coma, paso mi tiempo viendo la televisión o durmiendo, mi familia fue informada sobre que ya había despertado, no todos pudieron venir a verme, están ocupados ayudando a las personas que han sufrido por ...

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Han pasado seis días desde que desperte del coma, paso mi tiempo viendo la televisión o durmiendo, mi familia fue informada sobre que ya había despertado, no todos pudieron venir a verme, están ocupados ayudando a las personas que han sufrido por la guerra, me gustaría estar con ellos, pero estaré aquí unos 3 meses más, mi madre es la que a estado visitandome.

Ella fue la que me notifico lo de mi familia, es de gran ayuda para mí, su presencia, me tranquiliza, ella me ayuda a vestirme y bañarme, yo le eh dicho que no es necesario, pero insiste, no se como agradecerle todo lo que a hecho por mí, me siento muy agradecido.

Incluso se queda a tomar el almuerzo conmigo, no me quejó, no me gustaría que anduviera sola en las calles, sin que nadie la proteja.

Pero algo de lo que no estoy tan convencido, es de aquel doctor pelirrojo, desde la vez que desperte no lo eh vuelto a ver.

Ansío tener una larga platica con él, saber sobre sus pasatiempos, su edad, si le gusta el tabaco o no.

Ese tipo de cosas que se hacen a la hora de socializar.

Pero no veo rastro de él.

Desde la ventana veo a médicos ir de un lado a otro sin descansar, entre la multitud de ellos está aquel chico que tanto ansío ver, esa cabellera roja puede notarse desde lejos, esos ojos violetas que te hipnotizan con tan solo verlos.

Por supuesto que siento admiración por él, ¿No es así?

ahora que lo pienso puedo saber dondé estaba todo este tiempo, varías enfermeras mencionaron algo sobre una campaña donde varios medicos irían a ayudar a los necesitados.

Se me había olvidado por completo, talvez el fue a ayudar a esas personas.

Seguía observando desde la ventana, muchos saludaban y le daban las gracias a él y a los demás médicos. Poco a poco se acercaba a las escaleras que dan al segundo piso, justo dondé yo me encontraba, lo admito, me emocione al ver que venía para acá, pero me repetía a mi mismo que no era su único paciente y que talvez no sería el primero que visitaría, hasta que se abrío
repentinamente la puerta.

-Sr. Kujo ¿que tal ha estado?


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⏰ Última actualización: Jun 28, 2023 ⏰

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1980/JokaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora