Todos los días lo mismo, la mañana, el beso de mis papas cuando se iban a trabajar, idas y vueltas con mi hermana para irnos, la vecina tocando la puerta para irnos, abrigos y chau. La peor parte de la mañana era llegar al colegio, mis amigos se cambiaban de lugar a cada rato y casi siempre era la última en llegar.
Entrabas al curso y empezaban a hablar. Hoy me tocaba a mi, habían pasado muchas cosas el fin de semana y por muchas cosas me refiero a muchos chicos, muchas bocas.
Las mire a mis cuatro amigas, me senté y miraban esperando que les contara.
-Bueno mujeres, si estuve con Cristian, también con Fernando, Flavio y Augusto.- Dije esto y me tape la car rápidamente.
-Como hiciste en todo el fin de semana?- Pregunto riendo Camila.
-Y bueno, te digo la verdad. No se- Reí. A mis amigas no les importaba que yo fuera una "putita", todas ellas estaban de novias y mientras yo me cuidara no se hacían drama.
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Todos vamos a morir.
Teen FictionComo ya dije, presento la historia detras de una enfermedad.