Namjoon sólo había montado en tren una vez en la vida, fue de pequeño, iba con sus padres y fue para visitar a sus abuelos. Jimin y Tae eran muy pequeños para recordarlo pero ese día fue uno de los más felices de sus vidas.
De normal,él intentaba bloquear todas esas escenas que se precipitaban en su mente, le hacían daño y aguaban sus ojos.
Aquel recuerdo le embistió mientras veía a Jungkook andar en equilibrio sobre uno de los raíles de la ya inservible vía.
Por allí iban los tres, él mismo, Suga y Jungkook dirigiéndose al gimnasio clandestino con la esperanza de encontrar a gente dispuesta a unirse a ellos en la pelea contra Jackson Wang.
Jimin había querido ir, como no. Por supuesto que no lo dejaron. Sabían que la ansiedad del rubio iba en aumento porque se sentía como un pájaro encerrado.
"Me siento un inútil" y muchos otros adjetivos le oyó gritar Namjoon desde el otro lado de la puerta.
Suga lo logró calmar antes de salir de la habitación con una tímida sonrisa consciente de que todos habían escuchado
-Se le pasará.- dijo antes de salir.Lloviznaba, el tiempo estaba como ellos, gris, color desesperanza.
Por fin divisaron el final de gran estación semiabierta de porte elegante.
Caminaron hasta que las vías terminaron, una alargada cúpula de cristal y hierro los resguardó al fin de la lluvia, subieron de un salto a lo que había sido el andén principal.-El gimnasio está por aquí.- indicó Jungkook y los otros dos le siguieron
Nam pudo observar la espalda del pequeño y se preguntó cuando le había ensanchado tanto, con todo lo pasado no se había fijado en el gran cambio físico que estaba experimentando el pequeño del clan.
Un deje de orgullo le sobrevino.
Caminaron hasta una puerta de madera que Jungkook tocó con el antebrazo. Golpeó varias veces lo que pareció una contraseña.
El pequeño se giró sonriendo hacia Nam.-La cambian todas las semanas.
La robusta puerta se abrió despacio con un leve crujido.
-Soy Jeon Jungkook y vengo acompañado.-vociferó.- Dragon está informado de ello.
-Pasa.- escucharon desde el otro lado.
Jungkook empujó la puerta y se dió de golpe con el chico que esperaba tras ella, un adolescente con un parche en el ojo que los saludó sonriente y estrechó la mano de nuestro protagonista.
-Soy Kim HongJoon.- se presentó.- Chan está en la oficina con Dragon.- Y les susurró.- Están debatiendo vuestro asunto.
Los chicos miraron entre ellos y siguieron al adolescente.
-Es muy temprano por eso no hay nadie, normalmente esto está lleno de gente sudando y dando golpes.- explicó el chico sonriente mientras andaban entre máquinas y pesas.
Namjoon se fijó en el gran cuadrilatero que había en el centro preguntándose de dónde diablos lo habrían sacado y cómo seguía esto en pie.
Suga andaba unos pasos por detrás, observando el lugar, tan cotidiano y a la vez tan alejado de lo que él recordaba. Había estado muchas veces aquí antes de la guerra, cuando iba de ciudad en ciudad tocando el piano como niño prodigio.No echaba de menos esa sensación sin embargo no pudo reprimir la tristeza que sentía ahora, viendo cómo los hermosos azulejos rotos y las pinturas que adornaron la pared estaban desconchadas.
Era deprimente.
El despacho al que les dió la bienvenida HongJoon había sido de un alto cargo de la estación, en las paredes todavía se veían las marcas que habían dejado los cuadros que colgaron en su día.
Dragon, el que se presumía era el dueño del lugar, levantó la cabeza y Bang Chan, el chico de pelo rojo intenso que estaba de espaldas sentando en una silla ergonómica se giró sobre ella y les miró de arriba abajo, valorandolos.
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El Clan de los Desheredados: VENGANZA
Fanfiction✨Segunda parte del fanfic "El club de los desheredados" ✨ Tras la agresión a Jimin, los desheredados buscarán venganza pero estos no serán los únicos. 🌈 Si no has leído la primera parte te invito a hacerlo, no te arrepentirás 💜 ¡Bienvenidx al Clan...