lovely vampire - OhmNanon

🌻 Capítulo 6. Hormones

Datos:

Los corticosteroides imitan los efectos de las hormonas que produce el organismo de forma natural en las glándulas suprarrenales, que se encuentran sobre los riñones. Cuando se recetan en dosis que superan los niveles habituales del cuerpo, los corticosteroides inhiben la inflamación.

Los corticosteroides también inhiben el sistema inmunitario, lo que puede ayudar a controlar afecciones en las que el sistema inmunitario ataca tejidos propios por error.

Ambos nos quedamos en silencio, yo porque estaba tratando de pensar que nombre usaría a partir de ahora, y él no lo sé, quizás porque se había quedado embelesado por la belleza de Seúl, o quien sabe, igual y estaba sintiendo cambios debido al pacto, como los que experimentaba yo en ese momento.

Mientras pensaba en eso, no me di cuenta en que momento me le había quedado observando, tan intenso, solo me di cuenta que nos mirábamos fijamente, sus ojos color azabache lucían tan brillosos esa noche, -¿Qué ocurre?- dijo él sutilmente, para ese instante Korapat había cambiado su manera de dirigirse a mí, era más amena y tenía certeza que confiaba en mí, mi presentimiento me decía que podría jugar con él y Korapat no se daría cuenta de eso, tal vez era un gran cazador pero para esas circunstancias era muy ingenuo, bajé la mirada y traté de comprobar mis sospechas.

-Tengo hambre, he tratado de contener mis ansias de sangre, pero... hemos llegado recién aquí, no quiero cometer una imprudencia- Korapat desvió la mirada, de nueva cuenta hacia la vista panorámica, apoyó los brazos en el barandal y suspiró, -¿quieres de mi sangre?, ¿deseas alimentarte de mí? -, asentí con la cabeza, -Pero también temo que moriré si consumo tu sangre-, Korapat soltó una risa contagiosa, una muy amena que hizo que yo también sonriera, me acerqué apoyándome también del barandal, Korapat regresó a verme, -Promete que si te digo la verdad, no me atacaras ni me harás nada malo- dijo suavemente, para que nadie más llegará a escucharnos, y ahí estaba otra vez, usando el recurso del pacto para someterme, al menos tenía algo claro, no me subestimaba, pero estaba tratando de confiar en mí, relamí mis labios, -Lo prometo- dije secamente, ya sin ninguna posibilidad por el momento de escapar, -De los días que estuviste encerrado en el sótano de mi casa, yo te di de beber de mi sangre, espera, no era para matarte- menciona al notar que me sobresalté, -Consumí corticosteroides y ahora yacen en mi sangre y te lo di a beber así, nadie sabe que te alimente en tu cautiverio-, si tuviera corazón seguramente me daría un infarto por esa revelación, ¿Qué se supone que debe hacer un vampiro con un humano que ha salvado su vida?- hice todo lo posible para que sobrevivieras- desvié la mirada, me sentía ofendido, creía que mis poderes de vampiro eran suficientes para sobrevivir, pero no era así, necesité de la ayuda de un humano para alimentarme, 200 años de mi existencia se resumían a las manos de un humano, -Se lo que estas pensando, pero yo también te necesito a ti por algo tenemos el pacto, mientras seamos de apoyo seguiremos juntos- mencionó tocando mi antebrazo con sus manos, -No sientas pena de pedirme ayuda, yo no repararé en pedir la tuya- y sonrió, sinceramente sonrió. Y entonces ese maldito enojo que había permanecido dentro de mi ser desde que tenía memoria se iba desvaneciendo con el viento, mientras se retiraba la gasa de la mano, la acercó a mi boca, -hazlo- mencionó bajito, escuché su corazón latir fuerte, en su rostro no había miedo, pero los latidos de su corazón eran tan descomunales que era imposible ignorarlos, enterré mis colmillos, y succioné, retuve mi respiración tanto tiempo que me fue posible mientras consumía de ese liquido espeso, en el fondo sabía que podía matarme, pero ¿Qué importaba?, Korapat me la estaba dando voluntariamente y bobamente yo confiaba en él, mientras la sangre pasaba por mi garganta los latidos del corazón de Korapat se relajaban, le miré a los ojos, y él me miró a mi, tan suavemente, como si yo no fuera un sobrenatural, con compasión, no lo sé, si alguna vez hubiera sido humano me hubiera gustado entender esas palabras, entender esa mirada, entonces un pensamiento por primera vez se deslizaba por mi cerebro, "¿qué se sentiría llegar a ser un humano?" fue entonces que me separé del brazo de Korapat, se quedó en silencio unos momentos y después me interrogó -¿Estas satisfecho?- yo asentí con la cabeza cubriendo mis colmillos con mi antebrazo, como si me sintiera apenado de que me viera convertido en esa bestia, su sangre se sentía tan bien dentro de mi cuerpo, era tan diferente de la primera vez, que me sentí tan confundido.

Al no encontrar más respuesta de mi parte Korapat cubrió su herida con la gasa, apretó fuerte para que la hemorragia se detuviera y se cubrió con la manga de su camisa -Cuando tenía al menos 10 años, mi padre tuvo un viaje de negocios a este lugar, reclutó a varios cazadores, pero mientras le acompañé, conocí la sede de cazadores de Seúl, ¿deberíamos visitarlos?, solo para obtener más información, ¿te parece bien?- había escuchado su pregunta, pero mis pensamientos seguían apresurándose a repetirme constantemente que el pacto sin duda me estaba cambiando, resoplé asintiendo como respuesta.

Le seguí sin percatarme a donde estábamos yendo, cuando nos detuvimos estábamos enfrente de una casa de color de piedra, tenía una extraña figura de gárgola en la entrada. Korapat tocó el timbre y asomó su rostro por el aparato detector facial, un ruido alarmante respondió abriendo la puerta, ambos entramos hacia el jardín, era tan grande que jamás hubiera imaginado que tras esa pequeña puerta existiera semejante jardín, me quedé parado detrás de Korapat, dándole la espalda con el pretexto de observar el lugar, escuché pasos y alerte a Korapat, -alguien viene- mencioné a lo bajo, Korapat caminó lento hacia el lugar de donde provenían las pisadas, un hombre pulcro de pequeños ojo nos miró rápidamente antes de que Korapat le diera una reverencia, -Tanto tiempo- le dijo suavemente.

El hombre al que escuché que Korapat le llamaba Perth nos invitó a sentarnos en una mesa de su jardín, Korapat murmuraba cosas acerca de lo que había pasado en Bangkok, Perth no parecía sorprendido en absoluto -Efectivamente, tu padre está buscándote, ¿por qué decidiste venir aquí?-dijo Perth apoyando las manos sobre la mesa, Korapat se quedó callado, y regresó a verme, retuvo su respiración y mientras recargaba la espalda en la silla regresó a mirar a su amigo cazador, -No sé si mi padre sabe que me fugué solo o acompañado, no tengo suficiente información para continuar a partir de ahora- Perth me miró de arriba a abajo, -hoy en la mañana enviaron un memorándum acerca de ti, si te veíamos solo era necesario avisarles, no decía nada acerca de tu acompañante, ¿es tu amante?- indagó y yo solté una gran tos ahogándome de escuchar esa palabra, Korapat río negando con la cabeza, -Para nada, no huimos por esa razón que te estas imaginando, él es un vampíro-, apenas escuchó la última palabra se levantó de la silla y sacó una navaja de punta de cruz, se puso en posición de defensa y se lanzó sobre mí, Korapat se levantó de su asiento y me protegió gritando -he hecho el pacto con él- Perth se detuvo en seco a un paso de mi con el cuchillo en el aire, -¿Qué?- Korapat se aproximó para quitarle el cuchillo de la mano, -Sabes lo que he vivido con mi padre, necesitaba escapar o moriría en cualquier momento-, Perth lo interrumpió- así que escapaste a cualquier precio, ¿sabes lo que has hecho? Deberías estar arrepentido- Korapat agachó la mirada negando, -todos los estudios que se han hecho hasta el momento por parte de los cazadores es obsoleto, así que no me arrepiento, Ohm es lo único que tengo para saber la verdad-, Perth alzó una ceja, -¿Qué quieres decir?-, Korapat alzó la mirada posicionándose entre Perth y yo, -bebió de mi sangre y pudo detenerse antes de que muriera, actualmente ha seguido bebiendo mi sangre y continua viviendo- Perth desorbitó los ojos regresándome a ver, dio unos pasos hacia atrás y Korapat lo detuvo tomándole del antebrazo, -¿puedes investigar acerca de los efectos secundarios?- entonces Perth asintió con la cabeza, pero me regresó a ver con temor, como si fuera la peor peste del mundo.