Caminé por el largo malecón, había varios barcos pesqueros y uno que otro turístico, pero no me detuve a mirarlos, caminé a paso lento mirando en todo momento hacia en frente. Había solo un pensamiento en mi mente, el encontrarme con Korapat, no tenía idea de como le diría la situación en la que me encontraba, ni como reaccionaría.
Korapat estaba sentando sobre la arena, una ola casi le moja los pies pero él parece no inmutarse ante eso, solo observa con mucho detenimiento como el agua salada regresa al mar para mezclarse en un ritmo simple pero majestuoso.
Parece no percatarse que estoy parado bastante cerca de él, así que corro hacia el mar y me sumerjo, se que para ese momento él me habrá visto ya, siento la ropa mojada y el pelo totalmente húmedo, nado con mucha fuerza por debajo de las olas y con mi vista envidiable busco una gran concha de mar, cuando la tengo entre las manos salgo a la superficie, veo a Korapat mirando preocupado y acude a mi encuentro mientras salgo del agua. —¿qué fue eso?— interrogó mirando mi empapes con una sonrisa hermosa, —necesitaba un baño— le dije bromeando extendiendo la concha de mar a sus manos —¿encontraste esto durante tu hora de baño?— me dijo con son de broma,—así es— lo dejé en sus manos y caminé hacia el punto donde estaba sentado Korapat cuando llegué a la playa, Korapat me siguió acompañando a ver la actividad del mar, con la concha de mar muy apretada en su mano, en el fondo sabía que existía un poco de tensión.
El cielo está pintado con tonos naranja y amarillo, que el sol va dejando mientras se oculta tras las montañas, perfilando más la silueta de estas y lanzando sus últimos rayos, entre las nubes, hacia el mar. Parece que el mar y el sol son cómplices amigos que se divierten, aunque el día vaya cayendo. Miré de reojo a Korapat, que miraba impaciente ese magnifico panorama, sus ojos brillan, me hubiera gustado conocer a Korapat en alguna de mis vidas pasadas, quizás con él a mi lado, hubiera sido capaz de entender un poco más a la humanidad, y no hubiera dejado que el odio hacia su especie se incrementara, antes de él pensé que nunca un vampiro y un humano compartirían la mesa, incluso menos un viaje, ni mucho menos que uno dependiera del otro, si en un pasado me hubieran dicho que el solitario vampiro Pawat sentiría apego por un humano y más aún un cazador me hubiera reído en su cara o hubiera dicho que esa clase de chistes jamás se dicen, pero estando en un atardecer tan precioso, con la compañía de Korapat deja de existir sobrenaturales y humanos, solo existe Pawat y Korapat.
Después de unos momentos en completo silencio y enseguida de haber disfrutado ese bonito atardecer, era momento de hablar. —Nanon...— dije su nombre, él regresó a verme sosteniendo sus piernas dobladas hacia su pecho —¿qué sucede? — agité mi cabeza para que las gotas de agua que todavía residían en mi cabello llegarán a mojarle, movió la cabeza cubriéndose de mi travesura. —Deberías pensar en retomar tu camino por tu cuenta, deberías volver con los cazadores — solté sin pensar. Korapat regresó a verme drásticamente —¿porqué?— preguntó ansioso, coincidí con su mirada, para que viera que en mi rostro se reflejaba la verdad — fui a ver a unos amigos, y me informaron que la asamblea de vampiros esta buscándome, no eres él único que necesita huir—, Korapat guardó silencio murmurando "asamblea", —¿la asamblea te persigue porque huiste conmigo?— indaga sabiamente, retengo un tanto mis pensamientos, —sí y no—, Korapat agachó la mirada, — Así que es mi culpa— dijo con suavidad y yo negué con las manos, tratando de quitarle esa idea de la cabeza, —es decir iniciaron así, porque había huido con un cazador pero una vez que me investigaron se dieron cuenta que mi existencia ha pasado desapercibida por la sociedad vampiresa—, me acerqué un poco más ha Korapat tomándole de la barbilla con mi mano para que me viera directamente a los ojos —No tienes la culpa— le dije fríamente, —explícame entonces—, tragué saliva y comencé a relatar — Cuando un vampiro es recién nacido, es presentado al príncipe de los vampiros para su "bendición" a esos vampiros se les llama Neonatos y son entregados a un clan en particular para que se desarrollen y sigan las reglas, cuando yo nací, mi padre me llevó a un lugar apartado de la civilización, no me educaron bajo las reglas de los vampiros, y mi educación fue prácticamente para huir de la asamblea, mi padre no quería que yo perteneciera a ningún clan, deseaba que fuera libre de crecer bajo mis propias reglas por lo que me convertí en un Caitiff, es decir, un sin clan. — , Korapat interrumpió mi clase de vampiros, —ningún vampiro puede sobrevivir mucho tiempo sin su clan—, asentí con la cabeza —así es, en teoría es así, mi padre fue capturado por la asamblea y lo destruyeron precisamente porque no deseaba seguir perteneciendo al clan, pero ellos no sabían de mi existencia, pase desapercibido desde hace ya 200 años— dije, —y ahora estas bajo el radar, ¿van a destruirte?— me relamí los labios al escuchar su pregunta, quería detener la conversación, no deseaba que él supiera más, pero el pacto que habíamos hecho me obligaba a soltar la lengua más de la cuenta —No me destruirán, soy un vampiro antiguo ya, pero no me dejaran en paz al menos que me deshaga de ti y me una a un clan—, Korapat pareció pensarlo mejor, se tocó la mejilla desviando la mirada —¿y quieres que apartemos nuestros caminos porque no puedes deshacerte de mi?,¿ si vas a huir no nos hace más fácil las cosas?, podemos seguir huyendo juntos — dijo levantándose de la arena.
Su pantalón estaba mojado y lleno de tierra fina de mar. Sus ojos parecían desorbitados, desde mi posición podía ver sus ojos negros penetrantes, parecía decidido y para ser sincero yo no era el que tenía la última palabra de la situación, por más que yo quisiera huir si Korapat no lo deseaba yo tenía que seguir sus órdenes, aunque eso ocasionara mi caída. —Ohm.. —se agachó tocándome las manos, mi mirada se desplazó de sus manos a sus ojos, —iniciamos esto juntos, no volveré con los cazadores, tu quieres estar libre de vivir bajo tus propias reglas, yo también quiero una vida así. Debemos terminar lo que comenzamos— mencionó decidido, su voz era una autentica estaca que se clavaba en mi pecho. Entonces sentí que el tiempo, el espacio se detenían, solo el mar y el viento estaban de fondo ante esa confesión; miré con intensidad los ojos de Korapat, sus pupilas parecían aun más grandes de lo normal y su corazón palpitaba rápido, traté de desviar mi mirada, pero no podía, era electrizante, era atrayente. Era tan atrayente como su sangre, el olor asqueroso de su perfume había desaparecido pero en su lugar el aroma natural que poseía era mil veces mejor, podía olerlo y su olor era de aquellas cosas que nunca olvidaría, contuve un suspiro y asentí con la cabeza idiotizado pero a la vez consiente de que estaba aprobando seguirlo, nuestra cercanía era escasa y lo continúe mirando conectándonos en un momento, un solo momento en los que me pude ver reflejado en sus ojos. Era mi reflejo, estaba seguro de eso. Cerré los ojos apretándolos con fuerza. De mis 200 años de vida, jamás había visto mi reflejo, y nunca lo había visto porque los vampiros no tenemos reflejo.
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lovely vampire - OhmNanon
VampireOhm es un vampiro de 200 años, no pertenece a ningún clan, y es un vampiro solitario, el cual su vida se verá afectada al conocer a un cazador de cambiaformas.