Attending the boy

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-Serian 37 dólares con 8 centavos.- Le dijo Steve a una clienta que estaba comprando cuatro libros. El día de hoy Steve se sentía más cansado de lo normal. Desde hace días se siente raro pero a querido ignorarlo.

-Muchas gracias Steve, ten un lindo día.- Le dijo la chica que estaba atendiendo y se fue muy feliz con su compra.

Steve sabía que como obligación tenía que ir a atender a las personas que estaban comprando pero sabía que no les iba a poder dar la mejor sonrisa, por suerte tenía más compañeros.

-Steven deja de flojear y ayúdame con la chica del fondo. Sección ciencia ficción.- Le dijo su compañera de trabajo, Pietro Maximoff.

-¿Y tú a quien atiendes?- Le dijo Steve un poco molesto.

-A un chico x, sección de adolescentes. Que te importa.- Le respondió Maximoff un poco enojado por la actitud de su amigo. -Sabes que yo voy con la chica y tu con el chico.

-No te enojes.

-Es que es guapa y estoy muy solo.- Le respondió y se fue con pequeños saltos de felicidad a atenderla.

Steve se puso a pensar en el chico que fumaba. Que guapo era; alto, de ojos azules, pelo largo castaño. Parecía tonto viendo a la nada, perdió la noción del tiempo y no le importo hasta que empezó a escuchar su nombre. "Rogers, Steven" alguien le hablaba y no sonaba contenta.

-¿Que pasa?- Respondió al despertar de su hermosa fantasía.

-Me podría cobrar estos por favor.- Le pidió la chica que su compañero estaba atendiendo. Termino de revisar el precio y empezó a ponerlos en la bolsa, a la mitad del proceso recordó que no fue a atender al chico y lo iban a regañar.

-Aquí tienes, lindo día.- Dijo un poco apresurado y salió corriendo a donde Pietro le dijo que estaba.

Llego muy acelerado a donde le había dicho y se encontraba el chico que fumaba con su compañero. Los dos se estaban riendo y por alguna razón le dió celos.

-Buenas tardes Steven.- Dijo el chico de ayer entre risas.

-Hola... Si quieres yo lo atiendo.- Le dijo Steve a Pietro con un tono de voz en particular para que se retirará, y así fue. -¿En que te puede ayudar?

-Me encanta que te de celos aunque no sea tuyo.- Le respondió el chico, Steve se sonrojó.

-¿Te puedo ayudar en algo?- Le pregunto muy amablemente.

-Llegaste un poco tarde, tú amigo ya hizo tu trabajo.- Le dijo con tristeza en su tono de voz. -Pero me voy a llevar este.

Llegue tarde por estar pensando en ti, pensó Steve.

Los dos se dirigieron a la caja y Steve registró el precio. -Las ventajas de ser invisible.- Dijo en voz alta al leer el título del libro.

-Lo compre por qué mi sobrina quería platicar sobre un libro conmigo. No me critiques.- Dijo un poco feliz.

-No te critico es un gran libro para jóvenes.- Le respondió y lo volteo a ver a los ojos. El poder del contacto visual, se había enamorado todavía más de él.

-14 dólares con 78 centavos.- El chico le dio el dinero y lo dejó en la parte superior de la mesa mientras le daba el libro y el ticket. Cosa muy poco profesional de su parte.

-Muchas gracias. Espero verte pronto Steve.

-Adiós.- Se despidió un poco triste por el poco tiempo que pasaron juntos. Lo volteo a ver mientras se iba y se emocionó al ver su mochila. "¡La bandera gay! Tiene la bandera" Empezó a decir en su cabeza. No podía expresar la felicidad que sintió al ver el pin de su mochila y por supuesto se asomaba la cajetilla de cigarros.

Muy feliz recogió del dinero de la mesa, si alguien lo veía lo iba a regañar. Abrió la caja registrador y empezó a poner los billetes en su lugar hasta que le apreció un pequeño papel. "James Buchanan Barnes" Y su número de teléfono.

-James.- Dijo más emocionado todavía.

Smoke from the book Donde viven las historias. Descúbrelo ahora