La Casa de Los Pecadores.

1. El mundo se detuvo.

Es cómo si hubiese muerto, hace mucho tiempo. Es como si vivir la vida hubiese perdido el sentido hace miles de años. Es como si alma estuviese cansada de vivir algo, pero no se qué es.

Las personas como yo no tienen oportunidad. Las personas que no tienen un lugar en el mundo y que viven perdidos. Las personas como nosotros solo necesitamos segundos para poder sentir un poco de comodidad, porque estamos acostumbrados a la tragedia. Las personas como nosotros estamos asustados de querer, y encontramos la felicidad en cosas pequeñas e insignificantes.

Hace mucho tiempo dejé de existir.

Mi alma está desgastada.

Lo único que veo y siento es oscuridad y siento la sangre correr por mi demacrado rostro.

Hace mucho tiempo, el rumbo de mi vida fue arrebatado y alguien más se lo quedó, para hacerlo suyo y destruirme completamente.

Querer a alguien puede ser tan fuerte que nos asusta; Amar a alguien nos hace hacer cosas horribles, pero aún así, las personas siempre dejarán una marca en nuestra vida, ya sea buena o mala. Siempre vamos a estar asustados porque no siempre nos adaptamos a las cosas nuevas.

Yo también tuve miedo. Caminaba en la oscuridad.

Yo también estuve perdido, y aún así, ni siquiera el grito más fuerte pudo salvarme. Mis súplicas fueron ignoradas y yo abandonado. Todos ustedes pudieron liberarse de lo que les pesaba, todos ustedes pudieron dejar su pasado atrás.

¿Pero qué hay de mi?

¿Dónde están ahora?

Mis pesadillas están apunto de empezar, porque la tragedia llegó a mi disfrazada de un buen amor.

[...]

POV'S Nathan.

—¡Por fin vacaciones, maldita sea!—Gritó la rubia mientras yo veía hacia el frente y las casas se movían a nuestros lados. Mis manos estaban puestas en el volante y no pude evitar reírme con diversión.—¡No quiero saber de la escuela más nunca!

—¿No puedes comportarte como un ser humano normal, Lily? No grites.—Respondió Samantha desde el asiento de atrás, mientras estaba inclinada hacia adelante para hablar con nosotros.—Celebras como si tuvieses todas las materias pasadas.

—¡No las tengo, justamente por eso celebro!

—Lily tiene derecho, déjala celebrar, Samantha.—Reí suavemente mientras las seguía escuchando.—Ya no va a ser castigada todos los dias.

La rubia soltó una risa y me miró con agradecimiento mientras la morena rodaba los ojos y nos miraba con desagrado a los dos.

—Vayanse a la mierda los dos.

—¡Samantha no seas grosera!

—Ya basta.—Dije, en cuanto vi que la otra chica estaba dispuesta a replicar. No faltaba mucho para llegar a su casa, así que las escuchaba mientras manejaba.—En fin, ¿Qué piensan hacer estas vacaciones?