Parte 7

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Mientras no quitaba la vista de mis labios, comenzó a tocar lentamente mi cuerpo con sus manos, desde el cuello hasta mi cintura, podía sentir como su respiración se cortaba a medida que el roce llegaba a mis caderas. Levanta la mirada, penetrante, lame sus labios y me sonríe de manera provocativa. De repente me toma de la mano y abre la puerta, yo estaba muy sorprendida por este cambio rápido de actitud, corrimos por el pasillo y llegamos hasta la escalera que daba al tercer piso, la subimos rápidamente mientras mi falda se enredaba en mis piernas haciendo que me tropezara un par de veces, me tomo la mano con más fuerza y llegamos al tercer piso.

De un momento a otro estábamos entrando a una habitación desconocida para mi, este piso estaba bloqueado hace un par de minutos antes de que la fiesta comenzara, no tenia sentido que ahora estuviera habilitado, nos metimos en ella y cerro la puerta con llave. La habitación no era igual al resto, tenia paredes rojas, un gran espejo frente a la cama que destacaba de todo el lugar, con pilares de madera en sus esquinas, cortinajes que caían con majestuosidad, unas sabanas doradas a juego con las almohadas del mismo color, el ventanal daba hacia alguna parte que no conocía y en una mesa de centro, junto a dos sitiales, estaban unas bandejas llenas de frutas. Aquel chico se acercó a la mesa con la comida y comenzó a probar las frutillas, luego unas uvas de color rojo, saboreando cada uno de ellos con mucho deseo y eso podía distinguirlo a simple vista gracias a mi condición de chef. Realmente disfrutaba la comida. Mientras se echa una frutilla a la boca, me mira fijamente y se acerca a mí con gran autoridad, me sienta en el borde de la cama y me da a probar la mitad restante que tenia en sus labios. Acepto su gesto. Estaba tan nerviosa que no podría haberlo rechazado. La frutilla estaba realmente deliciosa.

- La frutilla está tan deliciosa como tú con esa ropa- Me mira con cautela - ¿Sabes que es lo que quisiera hacerte? - Preguntó con un tono atrevido. 

Jamás había pasado por algo así, un chico estaba frente a mi, en una actitud total y absolutamente erótica, traspasando todo tipo de limites, mirándome con deseo y yo impávida ante el, queriendo controlar lo que mi cuerpo estaba sintiendo, en ese momento, por un completo desconocido. Intenté respirar con claridad pero me resultaba complicado, quedándome paralizada por una fracción de segundos en su cuello, sudado, con sus venas marcadas y una clavícula prominente. Cuando divagaba por mis pensamientos profundos, el chico comienza a acercarse aun más a mí hasta obligarme a recostarme de golpe en la cama, haciendo que él se recueste encima de mí, apoyado en sus manos. Estando en esa posición, libera una de sus manos para apoyarse solo en la izquierda y desprender la máscara que le ocultaba su rostro, cuando logro verlo a cara descubierta y mis ojos se abren como platos de par en par, no dando crédito a lo que veían.

Jungkook, Susurré impactada.

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora