A través de la máscara | Adaptación Minsung

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Jisung

- Sé que te estás haciendo el dormido así que levántate, Jisung– habló Wooyoung derrochando su tono molesto.

- No hagas ruido, Wooyoung, se le ve cansado, déjalo dormir - regañó Félix

- Si, Woo, cállate y déjame dormir – reí y abrí mis ojos mientras ambos dirigían su mirada hacia mí.

Estaba acostado en la cama de nuestra habitación privada, coloqué una almohada detrás de mi espalda y me acomodé.

- Te dije que no estaba dormido – habló él.

- Claro que lo estaba, otra cosa es que acabo de despertar – corregí.

- Justamente ahora, porque ya nos vamos – anunció Félix, pero Woo le interrumpió.

- No antes de que nos expliques porque venías en brazos del amigo del jefe si sabías que te tienes que quedar en la habitación hasta que yo, Lix o algún guardia vayamos por ti – alcé mis hombros restándole importancia.

- Supongo que lo olvidé.

- Lo olvidaste – repitió – Sabes – me llamó y asentí – Ese hombre se parece mucho a uno de los clientes que una vez tu atendiste hace unos años – me enderecé.

- Wooyoung, cállate – Félix pidió.

- No estás cometiendo el mismo error ¿verdad Jisung?

- No sé de que hablas - bajé mi mirada.

- ¿No fue por el hombre ese que dejaste de ofrecer tu cuerpo? Venía tantas veces por tus...servicios y de la nada dejó de venir. Comenzaste a comportarte de manera indiferente, molesto, triste y decidiste dejar de ofrecer tu cuerpo, que raro que se esté repitiendo lo mismo. ¿O estoy equivocado?

- Estás completamente equivocado.

- Me alegra, Joaco, sé que eres muy inteligente y para nada estúpido como dice tu primo ese. Solo quería sacarme de dudas, ahora sí, vámonos - nos regaló un guiño para después salir de la habitación.

- Jisunggie...

- Ahora no, Lix  ¿me ayudas a pararme? – tomó mi brazo y me ayudó a caminar.

Tomé mis cosas y caminamos hacia la salida trasera.

- Sabes que puedes hablar conmigo de lo que sea ¿verdad? – asentí lentamente.

Claro.

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- ¿Seguro que no necesitas ayuda, peque?

- No, Woo, yo puedo solo – bajé del coche.

- Cualquier cosa solo llámanos ¿ok? – asentí.

Di media vuelta y entré al departamento.

Cuando abrí la puerta lentamente noté que todo estaba apagado, la puerta de Hyunjin estaba cerrada. Eran las 4 de la mañana.

Suspiré, caminé hacia mi habitación, entré y cerré la puerta detrás de mí.

Tiré mi mochila donde tenía todas mis cosas y me acosté en la cama.