Bomba de Navidad (EvilCharming)

Bomba de Navidad

Hey. Hello... Después de tanto tiempo sigo viva. Espero puedan perdonar cualquier error, esto fue escrito desde mi telefono celular.

Bomba de navidad

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No lo podía creer. Estaba perdida. Muy perdida. ¡Ni siquiera sabía donde estaba! el maldito GPS de ruta el cual había funcionado muy bien desde el aeropuerto, le había indicado un camino que no llegaba a ninguna parte poco después de pasar el cartel de bienvenidos a Storybrooke. Todo porque quería darle una visita sorpresa a su padre para noche buena. Pero no, ella se perdió. Y con la nieve que caía, con suerte y se veía algún letrero que indicara donde estaba.

Rindiéndose miró su teléfono con la intención de llamar a su padre por su rescate o quizás indicaciones de como salir de ahí. Aunque… ¿Dónde exactamente estaba ella? Solo veía arboles y más arboles adornados de blanco. Y más nieve caía, amontonándose sobre su parabrisas y el capó de su auto alquilado. Agradecida enormemente de la calefacción.

Dejando eso de lado comenzó a llamar al teléfono de su padre, solo para darse cuenta que no tenía señal. Ofuscada dejó el teléfono y se dispuso a conducir, vería donde la llevaba ese camino y si no, pues siempre podía devolverse. Encendió el motor en el mismo momento en que golpeaban su ventanilla haciéndola saltar y pegar un gritito asustada.

¡Gracias a dios! Se dijo internamente al ver un alma en ese lugar desierto.

-¿Qué está haciendo en mis tierras?-. Bramó el hombre, extrañando a Regina un momento por sus palabras. Ella le echó una mirada antes de responder, de cabello y barba larga, ojos profundos de un frio azul. Parecía un vagabundo… excepto que llevaba ropa acorde con el tiempo y de buena calidad. Un hombre de los bosques, seguro eso era. Quitando el miedo y la prudencia, bajó la ventanilla para hablar con él, siendo recibida por una ráfaga de viento frío.

-Yo… me he perdido-. Respondió ella, tratando de cubrirse el cuello con su abrigo -Es mi primera vez en el pueblo y el GPS me trajo por aquí.

-¿Vas al pueblo?-. Preguntó el hombre, aun con voz refunfuñona.

-Amm sí, o esa era mi intención-. Subió nuevamente la ventanilla y se bajó del automóvil, no sería buena idea enfriar el interior -Solo seguí el camino y en la bifurcación no había ningún cartel así fue como llegué aquí en medio de la nada que dice son sus tierras-. Respondió un tanto enojada, hacía frio, estaba perdida y este tipo era un gruñón.

-Eres de fuera… nadie que sea del pueblo se acerca por aquí-. Dijo el hombre sin dejar de mirarla con el ceño fruncido. Era mucho mas alto y fornido que ella. Sus ojos fríos dejaban entrever un poco de tristeza, ahora que los miraba mas atentamente.

-Sí, así es. Es un poco obvio ¿No?

-Es probable que la barredora de nieve haya cubierto los carteles esta mañana. Se acerca una tormenta y usted debería seguir su camino-. Gruñó el hombre dirigiendo su mirada por donde ella había dirigido su auto.

-¿Una tormenta? Padre no mencionó ninguna tormenta…-. Murmuró más para si misma pero de todas formas el hombre la escuchó.

-¿Su padre?-. Preguntó viéndola sobresaltarse levemente.

-Sí, yo… hablé con él ayer por la noche. Dijo que hacía un buen clima.