33. 💙 No hay que hacer visitas sorpresa 💙

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- ¿Mofletitos? – Jack me mira entre confuso y alegre, él se levanta del sofá y se acerca hacia mí para darme un abrazo – Qué sorpresa cariño, ¿qué haces aquí?

Parece que el tonto.

- Vine a visitarte, me dieron el día libre en el trabajo – casi ni le miro, estoy centrada en las dos chicas que escuchan todo lo que decimos - ¿No nos vas a presentar?

- Bueno, a Mara ya la conoces – la mujer que reconozco se levanta sonriente y me da dos besos.

- Hola Lila, qué gusto volver a verte, hacía muchísimo tiempo – asiento en silencio – Casi desde tu boda.

- Sí, todavía recuerdo la que liaste con Víctor.

- Ah, ya – ríe acordándose de eso – Fue divertido, la verdad.

- Sobre todo para su chica – fijo mi vista en la otra, la cual tiene más curvas que Kim Kardashian y extensiones que le llegan hasta el culo - ¿Tú quién eres?

- Soy Paola, una compañera de trabajo de Jack – se levanta y me da dos besos, me entra una arcada por la cantidad de perfume que tiene.

- ¿Eres de España? – cuestiono al notar su acento tan extraño.

- No, soy de Francia – ríe – Me lo has detectado rápido.

- Paola es la chica con la que compartí piso cuando me fui de Erasmus a Francia – explica Jack, ahora ya me viene todo a la mente – Te hablé alguna vez de ella, ¿recuerdas?

También recuerdo que me dijiste que había intentado algo contigo.

- Ah sí, tú eres Paula.

- Paola – me corrige. Me la suda su nombre, si está en España que se cambie el nombre por uno español.

- Eso, sí – le doy una breve sonrisa – Encantada, no sabía que trabajabas aquí.

- Sí, cuando acabé mis estudios en Francia, me quise venir aquí porque Jack me había dicho que había mucha más demanda de abogados en España que en mi país. Así que vine aquí y él me ayudó a que me contrataran en este bufete.

Jack y su alma tan caritativa.

- Ya, mi marido es un encanto, siempre está ayudando a los demás – me giro hacia el susodicho y le hago un gesto con mi cabeza - ¿Podemos hablar en privado?

- Claro – las mira a ellas – Chicas, luego seguimos con las normas del juicio de mañana.

- Está bien, adiós Jackie – la Paola se despide y sale del despacho junto a Mara – Luego te traigo un café como te gusta.

Control Lila, sabes controlarte.

- ¿Qué te ha pasado en el brazo? – vuelvo a fijarme en él y me doy cuenta de que está mirando mi brazo vendado.

- ¿Por qué no me has dicho que trabajas con dos chicas tan...? – busco la palabra adecuada para no ser demasiado injusta - ¿Monas?

- Te dije lo de Mara.

- No, me lo dijo el bocazas de tu cuñado – suspiro juntando mis manos - Y sobre la Paula esa, ¿qué?

- No creí necesario contarte nada sobre Paola, ni siquiera te acuerdas de ella y es una compañera más como la cantidad de personas con las que trabajo.

- Si yo estuviese trabajando con Max o Josh, ¿qué pasaría, Jack?

- No utilices la psicología inversa conmigo – me señala con seriedad - No es lo mismo.

- ¿Cómo qué no? ¿Qué diferencia hay?

- Que mis dos compañeras no me...

- ¿No qué? – interrumpo cruzándome de brazos - ¿No te quieren follar? Puede que Mara no, pero la otra, vamos... Le doy unos minutos más y se quita la ropa delante de tus narices.

💙 NUESTRO TESORO 💙 #4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora