Navidad sin ti

CAPÍTULO 14: ADIÓS, BRUCE

Tim subió su copa y sonrió, satisfecho con que Selina finalmente decidiera quedarse.

- Empezaré yo.- Dijo.

Tras verificar que todos tenían delante una copa de vino con la misma cantidad que él, dirigió su mirada al cuadro donde había una foto de Bruce. Desde la foto les sonreía con cariño, mostrando aquella faceta que veían más pocas veces de las que hubieran deseado.

- Bruce, gracias por confiar en mí.

Al decir estas palabras tomó un sorbo de su copa.

- El siguiente.

Para su sorpresa, Jason alzó su copa y sin apartar la mirada de la foto de Bruce comenzó a hablar:

- Te odio.

Bebió un sorbo y colocó la copa, nuevamente, sobre la mesa.

- Bien, mi turno.- Dijo Barbara, intento liberar tensión y alzando su copa.- Bruce, siento haber descarrilado a tu chico maravilla.

La chica bebió y, en lo que lo hacía, Dick le dio un ligero golpe en el brazo con el codo.

- ¡Eh, no soy tan influenciable!

- Claro, claro. Tu turno.-

Dick miró la foto y no supo qué decir. Al principio había pensado en muchas cosas que decirle a Bruce pero, en aquel momento, no se le ocurría nada. Todo parecía ser irrelevante.

- Bruce, quiero que sepas que ahora conduciré el Batmóvil y no podrás impedirlo.

Al beber su sorbo escuchó la risa de Selina.

- Eso le dolería.- Declaró ella.

- Señorito Bruce.- Dijo, a continuación Alfred.- Te crié bien, eras un buen hombre.

A partir de ahí todos empezaron a decir cosas al cuadro de Bruce. Algunas no eran más que monosílabos y otras eran más profundas, aunque el patrón que se daba era que Dick se la pasaba gastándole bromas como: "te declaro el fan número uno de los murciélagos".

Pero, de pronto, todos detectaron que en su copa solo quedaba para un sorbo. Salvo Selina, que todavía no había dicho nada y, por lo tanto, tenía la copa llena.

- Está bien, ya hablando seriamente.- Empezó Tim.- Me has confiado la labor de ser el nuevo Batman y, la verdad, estoy muy asustado. Quizá no estoy preparado, pero te prometo que lucharé por llegar a ser, al menos, la mitad de bueno que eras tú. Hiciste tantas cosas por mí. Te quiero, Bruce.

Bebió su último sorbo y sintió como unas lágrimas comenzaban a correr por sus mejillas.

Siguiendo las normas del juego, Jason alzó su copa y habló:

- Te odio por haberte ido tan pronto, por no seguir aquí conmigo. Porque, a pesar de que llegué a odiarte creyendo que te importaba poco, me demostraste que harías cualquier cosa por mí. No me pediste nada a cambio, nunca. No te preocupes por Tim, lo ayudaré a ser un mejor Batman, en cuanto al idiota de Dick, creo que puede cuidarse solo, pero como es un torpe, cuenta con que lo protegeré.

Entonces bebió el sorbo.

- Muchas veces creí que eras cruel y despiadado. Tu forma de criar a Dick me resultaba brutal y excesivamente exigente. Pero...con el tiempo, descubrí que era la única forma que tenías de demostrar que lo querías, cuando me dejaste formar parte de esto. Nunca dejaste de ser ese pobre niño dispuesto a dar amor al que más lo necesitaba, y eso hiciste conmigo cuando peor estaba. Descansa en paz. – Dijo Barbara.