Sexo sin Control

Cap LIV: Fausto Bordones y Patty Urrutia

12 de agosto de 2022

-¿Qué hueá? – pregunta Patty dejando de caminar. Fausto se pone nervioso al verle su cara, parece intrigada. ¿Qué hará? ¿Acaso le dirá la verdad? ¿Qué ocurrirá si Fausto le cuenta que realmente no la acompañó por ir a coger con Tatiana y que lo de su madre es mentira? Teme lo peor, podría enojarse y hasta bofetearlo. ¡No! ¡Definitivamente no! Las cosas entre él y Patty han marchado bien últimamente y no pretende volver a esas insoportables peleas entre ambos. ¿Cómo se escabulle de esta emboscada en la que él mismo se metió? ¿Qué cresta le dice a Patty? – ¿Qué hueá pasa po culiao? ¡Me tení' con el alma en un hilo! – mil cosas pasan por la cabeza de Patty, está nerviosa porque cree saber lo que va a ocurrir, cree que Fausto se le va a declarar, o quizá más que eso, ¿le pedirá pololeo? Patty prefiere no soñar demasiado, esas cosas solo ocurren en las teleseries o en las novelas rosas, ya cree que sería muy surrealista el solo hecho de que Fausto se le declare. Los segundos de silencio por parte de Fausto son eternos...

-Patty, no volveré a dejarte sola... – Fausto sabía que existían dos posibilidades, o más bien dicho, dos consecuencias posibles luego de hacer lo que está haciendo, una, y la que creía más probable, era que Patty lo bofeteara, lo empujara y le diera una paliza más una cantidad de insultos que prefiere ni imaginarse, la otra, y la que afortunadamente está ocurriendo, era que Patty sucumbiera ante un beso apasionado que parece no tener fin. Fausto no lo puede creer, ha soñado varias veces con este momento, no es un sueño, ¿verdad? No, claramente no lo es, ¡esto es verdad! Esto no fue un consejo de nadie, nadie le aconsejó que besara sorpresivamente a Patty, y jamás pensó que agradecería seguir su propio instinto con alguien con quien temía hacerlo. Una vez que se separan ambos se miran, cada segundo parece ser una eternidad para ambos. Fausto procede a abrazarla, ya que esos segundos eternos de mirada post beso se estaban haciendo incómodos para ambos. Patty también sucumbe ante un abrazo que significa mucho para ella, por primera vez en su vida se está sintiendo querida de verdad. Siente que ese beso y ese abrazo son de sentimientos puros, no como otros besos o abrazos que recibió anteriormente en que sabía que solo eran para sexo, y nada más que para sexo. Aquí siente algo más, se siente realmente querida por primera vez, y también siente que puede querer a alguien. No lo va a negar, siempre ha estado enamorada de Fausto, independiente del carácter mujeriego y machista que de vez en cuando suele tener.

-Tranquilo Fausto, la... la familia es lo primero – dice Patty tímidamente, todavía tiene la cabeza en otro lado, sigue sin creer lo que está pasando. Fausto la acaba de besar, sí... ocurrió. ¡Fausto la acaba de besar! – mira, hay algo que mi mamá me ha enseñado desde chica, que siempre las primeras prioridades son la familia, los estudios, y después de eso viene el pololeo – ¿pololeo? ¿Qué cresta está diciendo Patty? Aquí nadie ha hablado de pololeo. Se percata que ha dicho algo que estaba de más, se lleva la mano a la boca y mira hacia otro lado.

-Bueno, tení' razón por ese lado, la familia y los estudios son siempre lo más importante – dice Fausto. Ambos quedan en silencio. Ninguno sabe qué hacer para romper ese incómodo silencio, ambos no dejan de pensar en lo que acaba de suceder. Patty por un momento piensa en preguntarle el motivo de su visita, pero inmediatamente lo descarta, luego de lo que pasó entre ellos se le vuelve algo evidente el motivo de su visita.

-Eh... cachay que comimos empanadas de queso entre todos, y todavía quedan cuatro. ¿Las querí'? Hay que calentarlas eso sí, tenemos un horno eléctrico similar al que tiene el viejo culiao del kiosco, quedarán ricas como si estuviesen recién hechas – dice Patty.

-Ya po. Igual tengo hambre – dice Fausto.

-Las freí con ayuda del Pablo y del Gabo. De pasadita podí' conocer a la Nani si querí' – dice Patty.