Te amo Cris.

1.3K 165 38
                                    


Sus ojos se posaron en aquel collar de diamantes, aquella joyería podía cegar la vista de cualquiera y no era para menos, era su cumpleaños, merecía eso y tal vez más. "Con todo mi amor para mí joya más preciada" decía aquella nota que venía dentro.

Javier era un sujeto muy complaciente con su amante desde hacía 2 años, motivo por el cual era consentido en todo sentido. No era la vida que esperaba, pero tampoco le desagrada la idea de tener lujos gracias a su cuerpo. El dinero era un bonus extra ya que realmente disfrutaba de aquella relación pecaminosa con ese millonario de ojos cafés y pestañas largas.

Con tan sólo 23 años, estaba viviendo en un departamento en una de las zonas más caras y exclusivas. Tenía todo lo que podía soñar e incluso más: asistía al gimnasio, natación, clases de yoga y todo lo que una esposa de un millonario tenía, aunque claro él sólo era el entrenamiento de su patrocinador y era consciente de ello. <<Me gustaría saber hasta dónde llegará todo esto>> se preguntó mientras se ponía aquel collar tan fino, mirándose al espejo notó que le quedaba perfecto aun cuando consideraba que no lo necesitaba.

Sin darse cuenta era observado por él, su gran amor y dueño de sus encuentros pasionales. — se te ve encantador, aunque creo que se vería mucho mejor si te quitas la ropa — al escuchar esa voz el omega se estremeció y rápidamente sus orbes oscuros miraron aquel sujeto elegante.

—Cris, no pensé que vendrías— el pelinegro caminó hasta donde se encontraba su amante, sus ojos cafés mostraban un brillo especial y un fuego pasional.

—No podía dejarte solo en tu cumpleaños— posó sus dedos en el collar y recorrió con ellos la fina joyería. — se te ve muy bien, tengo buen gusto. — con su mano tomó la gargantilla y jaló de ella para poder depositar un cálido beso en los labios de su capricho de ojos oscuros.

—Lo mejor que has elegido es a mí— con su lengua lamió los labios de su alfa— ahora dame el regalo que espero con ansias y no tengas piedad. — Ronaldo acarició sus mejillas delicadamente.

—¿Te parece bien en el jacuzzi?— el café de su mirada despertó la lujuria de Hernández, quien amaba observar aquel par de orbes iluminados por el deseo, los amaba al igual que aquellas largas y espesas pestañas rizadas.

—El lugar no importa, lo que importa es qué tan apasionado seas. Me encanta como me sometes.— sonrió ladinamente mientras sus dedos acariciaban los labios de su amante.

—Entonces déjame ayudarte un poco, espera aquí. No tardó— caminó hacia la bañera de aquel lujoso lugar para preparar el sitio donde fornicaria nuevamente con el omega. Le encantaba eso, tenerlo entre sus brazos y amar cada parte de su cuerpo. Estaba cansado de aparentar ante la sociedad su buena conducta y sobre todo su imagen impecable.

Javier se encontraba feliz, cada momento que pasaba con Cristiano era como sentir el paraíso, para él no era complicado dejarse llevar y disfrutarlo. << Bueno es hora de complacerlo>> se quitó sus prendas, una a una dejándolas caer en el suelo. Lo único que se dejó puesto fue aquel hermoso collar, si algo le gustaba a Ronaldo sin duda alguna, era ver sus costosos regalos que le daba en él.

Hernández caminó hasta el baño mostrando su piel por completo y con descaro. El brillo de sus ojos se enfocaba en aquel hombre elegante que había terminado con su labor de preparar la tina — me encantó el regalo— acercó sus manos a su entrepierna mientras se colocaba atrás de su dominante, atrapándolo con sus brazos.

—Atacar por la espalda es deshonesto— sonrió de medio lado— aunque amo cuando te pones así.

—No puedes hablarme de honestidad cuando tenemos encuentros de forma discreta para no manchar tu reputación— era un golpe bajo, pero no era nada que no fuese cierto. Javier nunca salía con Cristino fuera de aquel lujoso departamento, desde que lo conoció todo era así y sabía que no iba a cambiar hasta que todo acabara.

Amándote por placerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora