One-Shots~Yunoxasta~

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝙽𝚘 𝙲𝚘𝚛𝚛𝚎𝚜𝚙𝚘𝚗𝚍𝚒𝚍𝚘

¿Que se sentía ser correspondido por el amor de tu vida?

Lamentablemente Asta no podía responder esa pregunta, si podía responder la siguiente pregunta:

¿Qué se siente no ser correspondido por el que creíste que era el amor de tu vida?

Cambia todo, pero necesitamos una explicación de aquello (...)

Asta era un chico de 17 años que cursaba su segundo año en su carrera en la universidad, estudiaba derecho, desde pequeño mostro un interés por aquel mundo, leyendo libros que su abuela le regalaba, ya que sus padres fallecieron cuando el solo tenía siete años, tenía vagos recuerdos de ellos ya que eran unos padres ausentes, solo estaban presente en la noches donde cenaban, en un silencio incomodo, y a veces ni cenaba con ellos, por eso nunca sintió un cariño hacia ellos, eran sus padres pero bueno, a la que si siente como una madre fue a su abuela, ya que ella si estaba para él.

Lastimosamente fallecieron en un accidente automovilístico cuando iban a una reunión muy importante, pero no todo salió como querían, por un conductor que sobrepasaba las tasas de alcoholemia, lo demás es historia que no le gusta mencionar.

Por aquel accidente siempre le daba una intriga viajar en algún carro, así que siempre procuro ir andando hacia su casa o a la escuela en sus tiempos de adolescencia, pero bueno ahora ya era mayor de edad y tenía cosas por cumplir.

Tenía 14 años cuando empezó a trabajar en una cafetería, su deber era atender a los clientes y llevar sus pedidos a sus mesas correspondientes, y nunca hubieron quejas de aquel lindo chico de ojos esmeralda, algunos se peleaban para que el los atendiera, ya que era el ser más amable del mundo que pudieron conocer y eso no paso por encima de Yuno.

Yuno es un estudiante de 21 años cursando su último año de carrera universitaria, estudiaba economía, ya que debía mantener la empresa de su padre en píe, ya que al ser el primogénito de los Griberryal, ese era su deber desde que nació.

Conoció a Asta en aquella cafetería donde era su favorita, el tenía 17 y Asta 14, donde se quedó encantado con la sonrisa del menor y sus tratos hacia él, lo hacía sentir bien, y por cosas del destino estaban en la misma universidad, teniendo ya 4 años de una amistad muy fuerte.

En los dos últimos años Asta pudo darse cuenta que sus sentimientos hacia el azabache no solo eran amistad, iban hacia más que aquello, siempre dedujo que Yuno era su chico ideal, el chico con el cual quería pasar todos sus días, él pensaba que podría ser correspondido, Yuno siempre le mostro una actitud diferente a los demás, era cariñoso, atento y lindo con el pelicenizo, lo correspondería no?

Llego aquel viernes, donde se decidiría confesarse a Yuno, le había escrito anteriormente si iban a su departamento a pasar el día juntos, llevaban un tiempo distanciados por los parciales de la Universidad, más Yuno que eran sus notas finales de su carrera, Asta era la mitad de su carrera que con esos resultados daría a entender si se merecía la beca que tiene en aquella universidad por que sí, cuando el quedo cargo de su abuela no es que esta tuviera la mejor situación económica, así que siempre se esforzó para obtener alguna beca en alguna escuela y actualmente la tenía en aquella universidad de prestigio, era muy cara, ni el en 100 vidas llegaría a pagarla.

Por eso siempre se esforzó en sus estudios, con eso le ayuda en ser un gasto menos para su abuela, con tal que esta al menos le diera un techo para donde dormir y una comida, con eso estaría más que agradecido.

Retomando el tema, después de sus clases, eran alrededor de las 5:00 p.m. había salido un poco tarde pero no pasaba nada, Yuno salía en 1 hora más o menos, le daba tiempo de llegar a su departamento y arreglar todo, sin más salió de la Universidad, camino alrededor de 20 minutos para llegar al edificio donde se hospedada, saludo al vigilante de turno con una sonrisa que el contrario se la devolvió, tomo el ascensor e indico el piso 8, sentía los nervios a flor de piel, no sabe en qué momento el elevador abrió sus puertas y salió a pasos duros y se dirigió a su puerta, la numero 40.