Ciertamente, mi queridos amigos, Teófilo y Baco, muchas veces caminamos en sendas repletas de charcos de aguas negras, nos ensuciamos los pies y tenemos que buscar lugares altos para descansar, limpiar nos y continuar, tanto Baco cómo tú Teófilo, han visto mi caminar, el cuál antes de conocer a mi Amado, no me importaba andar sucio, apestoso, el edor que emanaba debajo de mis harapos no me incomodaba, al contrario; me sentía orgulloso de mi olor, era parte del mundo, y estar lleno de tierra, me permitía ver a los gusanos salir de entre mis uñas, me conectaba con el todo, según mi entendimiento, cegado por mis pasiones y creencias, ahora ustedes me ven ahora, limpio sin mancha, porque no es mi vestimenta, el me ha blanqueado, me ha cubierto de su amor, ahora tengo dirección, mis amados amigos, y lo que antes amaba, es basura. Ahora, aunque no camino igual que él, ando por la misma senda de mi amado.
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La carpa de las estrellas
SpiritualCada capítulo relata la historia del día a día de mis hermanos y amigos, cada quien cuenta la historia como la vivió, la enseñanza que deja el trago amargo de la verdad misma o el dulce sabor de la mentira piadosa. No obstante, siempre tenemos la di...