Maldita Lluvia

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El día de ayer fue nuestro aniversario, claro, conociéndome decidí ignorarlo, creí que sería mejor no ir al lugar acordado por mi esposo y yo.

-DIOS MIO, LIONEL, MAS FUERTE-. Se escuchaba en mi oficina, ese día decidí seguir teniendo sexo con Cristiano, mi secretario. Pasaron dos horas en las cuales solo se le escuchaba a mi secretario gritando del placer y a mí gruñendo su nombre.

Al llegar te vi, durmiendo, mirando hacia la pared, parecía que habías llorado, claro si hubiera sido tú, también hubiera llorado durante horas, pero, me dio exactamente igual, como siempre. Me quite la corbata y los zapatos. Me recosté a tu lado. Decidí no hablar, pues diario es lo mismo, llego hasta tarde, ya me dejaste de pedir explicaciones.

Nuestro matrimonio dejó de ser lo mismo desde hace varios años. Se que creíste que esa cena lo podría arreglar, que iluso que sos. Recuerdo esa tarde, ambos íbamos en el auto. Guillermo, me contaba varias cosas, creo que hablaba de que Guardado lo había invitado a algo, la verdad, no lo recuerdo, solo pensaba en que haría al llegar al trabajo, si ignorar el papeleo y follar con Ronaldo o asistir a las juntas programadas.

Después de algunos minutos empezó a llover y tu guardaste silencio. Observabas la lluvia caer. En ese instante tuve la idea de decirte que teníamos que separarnos, pero empecé a pensar en el como reaccionarias. ¿Me gritarías? ¿Rogarias porque no te deje? O tal vez ¿Actuarias de manera serena? Pues ahora que lo recuerdo, siempre has sido así, calmado en los momentos que lo requieren.

Decidí esperar, no podía decirte eso mientras íbamos de camino al super.

Nos dirigíamos al supermercado, empezaste a meter cosas al carrito mientras hablabas solo, comparabas productos veías cual era mejor o mas barato. Hacias como si no estuviera ahi, lo cual era usual. A la hora de pagar tu ibas vaciando el carrito, poniendo todo en el mostrador. En lo que tu sacabas todo, yo me le quede mirando al cajero, era muy guapo. ---------- decía en su carnet de empleado, tenía una fotografía que no le favorecía en nada, pero eso no le quitaba lo guapo.

Termino de pasar los artículos, sorprendentemente Memo pago con efectivo.

-Recibe el cambio en lo que me llevo las bolsas al auto-. Me dijo Memo mientras se llevaba el carrito, el cual tenia las bolsas de las compras. Lo vi alejarse, pero regrese mi mirada a donde el cajero. Me miró y me sonrió así que le sonreí de regreso, se veía nervioso, para ponerlo más, tome el cambio y de "manera accidental" toque su mano y me fui. Guillermo mi esposo, nunca se entero.

Al llegar Guillermo bajo las cosas del auto, lo ayude, no iba a ser tan mierda como para dejarle hacer todo. Memo me dijo que se iría a bañar y dicho y hecho, empezo a sonar la regadera. En ese momento regrese a ser un adolescente puberto, una ereccion empezó a crecer bajo mis pantalones, saque mi miembro y empecé a masturbarlo, mientras pensaba en el cajero, su rostro bello, lo nervioso que se puso o como que se vería desnudo, a mi merced.

Olvide por completo que Guillermo se estaba bañando, también olvide que el tarda poco en bañarse. Así que me atrapó con las manos en la masa. Lo vi, una toalla estaba envuelta al rededor de su cadera, se quedó viéndome durante dos segundos y cerró la puerta de nuevo. Guarde mi miembro aun erecto y salí de la habitación, por suerte lo alcance.

Lo tire al suelo.

-Lionel que estas haciendo?-. Pregunto con su voz temblorosa. Le quite la toalla, él empezó a forcejear, pero lo golpie en el rostro. Empezó a lloriquear como un niño pequeño, pero otra vez me dio igual.

Y en el suelo de ese pasillo abuse de la persona que me juro amor eterno.

Cuando acabe, el se levantó llorando. Se volvió a poner la toalla y con esa misma se empezó a secar la entrepierna.

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⏰ Última actualización: Dec 28, 2022 ⏰

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