Entrenamiento

2 3 0
                                    

Luego de que Xiao Ling le leyera la mano al Omega, Eun Na lo llevó con ella al sureste. Al llegar mandó a llamar a todos los Omegas sin excepción de ninguno.

Una vez los Omegas hubieron llegado a la zona donde entrenarían a partir de ese día Eun Na les explicó todo y ellos aceptaron el entrenamiento que era opcional.

Por supuesto que antes de comenzar de una a enseñarles a defenderse debía de preguntarles a ellos si querían aprender. Los Omegas eran un poco quisquillosos en algunas cosas, y ella no quería que nadie se sintiera incómodo u obligado a aprender a defenderse.

Así que ella les comunicó los problemas que posiblemente habrían y el porqué querían enseñarles a defenderse. Los Omegas después del entrenamiento estaban encantados con los tratos de la joven Alfa.

Eun Na los trataba bien a todos, ella era una persona muy buena con un carácter muy malo. Obviamente algunos Omegas no pudieron hacer más que observar a los demás puesto que algunos estaban en cinta y no querían poner en peligro la salud del cachorro. Unos cuantos Omegas no se presentaron por estar enfermos o recuperándose de alguna lesión.

— Nos vemos mañana –Dió por terminado el entrenamiento la chica.

— Adiós Eun Na –Se despidieron jadeantes los Omegas que estaban poniendo todo de su parte para aprender.

— Vamos Jimin, el entrenamiento ya terminó –Habló la chica al ver que el Omega seguía practicando el movimiento con la espada.

— ¡No! Lo seguiré intentando hasta que me salga perfecto igual que a tí. No quiero hacerlo mal Eun Na –Dejó de mover la espada por doquier para mirarla y continuó haciendo los mismos movimientos torpes.

— Jimin... –Suspiró y se acercó a él con cuidado de que el chico no se virara y la lastimara-. La espada no es para todos, si les enseñé esto no es para que sean perfectos, es para que no parezcan pescados fuera de agua si les llegaran a dar una espada para defenderse. Hay muchas otras armas que podrías usar, está el arco, están las oz, los kendo.

— Pero tú usas una espada. Así que yo también quiero usar una. Quiero entrenar contigo y HoSeok, Eun Na –Habló el Omega mientras agitaba la espada a todos lados.

— No, Jimin, Jimin... –La chica lo agarró suavemente por sus hombros y le quitó la espada–. Minnie, no tienes que hacer eso, nosotros somos Alfas y nos es difícil entrenar, imagina tú siendo un Omega. No quiero que te hagas daño intentando hacer algo que no es necesario.

— Pero... –La Alfa lo hace callar.

— Pero nada –La chica suelta la espada y abraza el pequeño cuerpo frente a ella–. No te esfuerces mucho. Me gusta más el Jimin que me espera en casa con la cena lista y se preocupa por mí, que el Jimin que usa una espada y va en contra de su naturaleza solo para estar con los Alfas.

— Pero si aprendo a usar la espada puedo pasar más tiempo contigo –El Omega sollozó.

— Escúchame bien, no necesitas tener una espada en la mano para estar más tiempo a mi lado, entiende que si no te llevo conmigo a todos lados es porque yo siempre estoy rodeada de Alfas. Y sabes lo peligroso que puede ser que estés en medio de todos esos Alfas.

— Lo sé perfectamente.

— Si tomas supresores y estás alejado pero al alcance de mi vista te llevaré siempre que pueda conmigo –Le sonrió al Omega de forma cariñosa.

— ¿Lo juras? –Sorbió sus mocos.

— Por el dedo meñique.

La chica le dejó un beso en la frente sudorosa al Omega y juntos recogieron el lugar de entrenamiento. Luego de terminar volvieron a casa, se ducharon y Jimin preparó una deliciosa cena para la Alfa.

|| Mestiza ||→jjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora