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「 CAPÍTULO TRES 」【REMORDIMIENTO】

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CAPÍTULO TRES
REMORDIMIENTO

12 de octubre de 1994.

Pasaron un par de semanas desde que Venus intentó hablar con el profesor Lupin, pero nunca tuvo la oportunidad de tener una charla con él.

Siempre que intentaba viajar hasta su oficina, algo se lo impedía; ya sea que no estaba, corregía exámenes o tenía a un estudiante haciendo ensayos de castigo. A Venus le urgía saber algo de su madre.

Le avergonzaba decir que no sabía ni cómo era físicamente.

Por lo que le decían por la calle, eran idénticas. Ambas tenían los ojos azules, eran blanquitas y rubias.

Pero a Venus no le servía de nada saber si se parecían o no, solo quería conocer la descendencia de los McKinnon, si era posible, claro.

En cuanto a sus amigas... Venus les contó sobre su madre y les mostró las fotos de ella y de los Merodeadores. Las chicas no parecían comprender el motivo por el que tenía tanto entusiasmo de conocer a su madre. Supuestamente Xenia: era mejor estar huérfana y así ser libre.

Por alguna razón del mundo, fue la primera vez que Venus no estuvo de acuerdo con ella, quizá fue porque Xenia sí conoció a su madre y ella no.

Por otro lado, cada vez que podía, Cedric se arrimaba a Venus, mientras que los amigos Hufflepuffs del tejón hacían sonidos raros y chasqueaban. Jacob también se acercaba a Venus para hablarle, y esta pensaba: ¿qué fue el mal que yo hice?

Venus odiaba el afecto, o solo le hacía falta, pero no le gustaba en absoluto, y Jacob siempre le besaba la mejilla o le abrazaba a la fuerza, claro que luego recibía una maldición de parte de la rubia, cómo no.

Andy se disculpó con Venus por lo que sucedió, pero Venus la desdeñó con suaves insultos. Andy se puso realmente triste, por lo que no volvió a hablar con ella durante tres días. Un récord anormal.

Paseaba en busca del despacho del profesor Lupin, caminaba un poco enfurecida y directa. Ya le estaba hartando de que el profesor la evitara o fuera lo que fuera. Al doblar una esquina, se chocó con un torso duro.

—Lo siento, estaba distraída.

Venus levantó la cabeza para encontrarse con el rostro de Cedric. Era la primera vez que Cedric veía que Venus se disculpaba por chocar con una persona, por lo que se sorprendió.

—¿A dónde vas con tanta prisa? —preguntó él.

—Lupin me debe una charla —sonrió con malicia.

CLUTTEN | CEDRIC DIGGORYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora