One Shots - Gran Hermano

2- Nacho Castañares

Noviembre 2022

Hoy, como cada jueves teníamos la prueba semanal para el presupuesto. Romi, la líder, nos explica que habían tres totems en cada casa los cuales se iban a prender durante 10 segundos. Las parejas que indicaban en la pantalla tenían que salir corriendo a desactivarlo. La prueba iba a durar 24 horas.

Desde que Romina termino de leer la consigna, Alfa ya se estaba quejando (como siempre), diciendo que no íbamos a llegar, que era imposible, que no daban los tiempos.

Nacho cada vez le tenía menos paciencia a Alfa y respiraba hondo cada vez que lo escuchaba quejarse,  y a mí me encantaba.

Con Nacho no éramos nada, nos histeriqueabamos mucho y había demasiada tensión sexual. A mi me parecía el chico más lindo de la casa, pero un pelotudo bárbaro. Odie a todo su grupito, lo odio a Juan y a sus nuevas incorporaciones: Tora y Cata.

Nunca entendí porque Nacho se juntaba con ellos, si se notaba que él era el único que se rescataba. Era el único que parecía tener dos neuronas funcionales.

Cada vez que estabamos solos teníamos una conexión tremenda. Mas allá las notorias ganas que nos teníamos éramos muy buenos amigos. Teníamos muchísimas cosas en común y podíamos hablar de cualquier cosa. Hasta llegué a pensar varias veces que podríamos llegar a algo mas que una amistad o un histeriqueo, pero siempre que lo intentabamos algo pasaba. Si no era la Tora queriendo que Nacho le dé bola, era Juan que le pedia para ir a planear "estrategias".

La prueba inicio y fuimos haciendo lo mejor que podíamos, en general llegábamos bastante bien. En una de las tantas veces que apareció mi nombre en la pantalla, una de ellas era con Nacho. Nos tocó en el totem del fondo, estabamos los dos solos, asi que Nachito no tuvo mejor idea que empezar con el histeriqueo.

-¿Que hablaste cuando te tocó con Marcos? Estuvieron varios minutos solos.- me pregunto sosteniendo el contacto visual

-Nada que te importe- le contesté corriendo la mirada.

La realidad es que con Marquitos nos llevabamos re bien, pero nada del otro mundo. El estaba que se moría con Julieta, pero Nacho parecía no notarlo, por lo cual siempre me hacia sus escenitas de "celos" sobre Marcos.

-¿Te dijo que estabas especialmente linda hoy? Porque lo estas

-Que chamuyero me saliste, ¿le dijiste lo mismo a Lucila ya?- le dije mientras le daba la sonrisa mas falsa del universo.

-Que celosita me saliste, asi me gustan a mi- me dijo riendose y acaraciandome la pierna.

Enseguida el totem se volvió azul, indicando que ya podiamos volver con todos.

Todo iba bastante bien con la prueba, pero el problema empezó cuando ya llevábamos varias horas sin descansar bien.

Alfa se había lastimado en una de las veces que le tocó desactivar el totem, y con eso sus quejas aumentaron. Estuvo toda la cena diciendo que había que rendirnos y listo. Nacho ya se quemo y salto por todos.

-¡Cortala Alfa lo tenemos que hacer igual! Y si no te gusta no lo hagas pero nosotros lo vamos a hacer igual, pero lo tenemos que hacer todos porque estamos todos en la misma casa. Y si no queres hacer las pruebas grupales anda y encerrate en el cuarto y no lo hagas. Pero si hay que estar 24 horas despiertos lo vamos a estar.- gritó mientras lo miraba y se sentaba en el sillón.

-Y es lo que estoy dic- trató de defenderse Alfa

-Y bueno entonces ya está, ¿qué tanta vuelta?

Y así siguieron varios minutos mas discutiendo sin parar. Honestamente deje de prestarle atención a lo que discutían, si bien Nacho tenia razón, no sabía cuándo parar. En cambio me concentre puramente en él. Había algo en él que me gustaba demasiado cuando se enojaba.

No sé si era cómo se expresaba, cómo movía las manos para explicarse, cómo se le marcaban las venas de su cuello y su brazo o hasta cómo levantaba las cejas con indignación, pero había algo que me gustaba y mucho.

Cuando terminaron de pelear yo me quede colgada viéndolo tomar agua y seguir rezongando por lo bajo. No podía ser, no podía aguantar un segundo más sin probar sus labios.

-¿Nacho podes venir un segundo? Tengo la remera que me prestaste el otro día- dije buscando la excusa mas pelotuda del mundo para que me acompañara al cuarto. Sabía que no iba a haber nadie porque estaban todos cenando y atentos a la pantalla.

Nacho me siguió inocentemente, mientras seguía rezongando.

-¿Vos podes creer boluda? nunca quiere hacer nada parece joda- siguió mientras entrabamos al cuarto.

-Cerra la puerta- le digo seria y bajo.

-Eh?

Camine ya cansada y me le acerque mucho a Nacho mientras con mi mano cerraba la puerta.

-Me encantas- le dije sin tanta vuelta, ya harta del histeriqueo y del tiempo que nos estaba llevando.

Nacho me agarro la cara y me miro de arriba a bajo mientras esbozaba una sonrisa.

-Vos también me encantas- me acerqué para cortar la distancia y darnos aquel ansiado beso hasta que Nacho se corrió de golpe y se empezó a reir.

-¿De que te reís pelotudo?

-¿Vos me llamaste a la habitación después de verme pelear con Alfa? ¿Te pone verme pelear?-  susurro con una sonrisa burlona mientras me volvía a pegar a él.

-No- le dije apenas mientras miraba para otro lado.

Nacho se río y me agarró la cara para cortar toda distancia y darnos al fin el beso que tanto deseabamos. Los dos sonreímos en mitad del beso y nos separamos para empezar con algun que otro beso mas desesperado.

-Toda trastornadita, como me gustan a mí- volvió a decir en un tono burlón Nacho mientras me pegaba mas a su cuerpo, si es que eso era posible.