—Ten cuidado con lo que provocas
Natasha se había congelado mientras que mantenía las manos a la altura de los pectorales del capitán América tratando de mantenerlo lejos de su cuerpo aún, las manos del capitán la sujetaban de la cintura pegándola al cuerpo propio, cualquiera que pasará por ahí diría que la posición era de lo más comprometedora posible más teniendo en cuenta de que Natasha llevaba una bata para dormir de seda que junto a su pijama apenas lograba cubrirle los muslos y que además estaban justo en una de las terrazas que tenía la torre de los vengadores.
El corazón de Natasha estaba acelerado por la situación, un momento antes le estaba coqueteando descaradamente a Steve incitándole a que le hiciera caso con confianza de que le pequeño niño bueno de América no le haría caso y antes de que se diera cuenta estaba entre sus brazos a punto de que la besará, el capitán no había dicho palabra alguna simplemente en un descuido de movimiento la había atrapado entre sus brazos, como quién atrapa a una mariposa de las alas. El tacto de Steve quemaba incitándola a apartarse por los nervios, nunca el capitán le había tocado más allá del hombro para llamar su atención.
La parte racional de la millonaria decía que se echará para atrás y dijera que todo era una broma pero a la vez decía que si jugaba bien sus cartas los sentimiento que había guardado bajo llave en su corazón desde hace unos meses atrás al fin se expresarían, la vista de Natasha había conectado con la del capitán le había dejado helada, los ojos azul cielo de su capitán estaban mirándola fijamente mientras que sus ojos azul cobalto pedían que la tierra la tragará, trato de retroceder pero la mano que tenía el capitán en su cintura hizo presión y antes de que se diera cuenta la levanto del piso metiendo sus manos detrás de sus rodillas y cargándola como una princesa.
—¿Steve? — La voz de la mujer salió más como una súplica que como una pregunta, el capitán la había alzado de manera sorpresiva y el cuerpo de la chica se había enfriado en cuanto lo había hecho.
El rubio no dijo nada mientras caminaba con la señorita entre brazos hasta depositarla en un sillón, la castaña pensó que simplemente la dejaría ahí y se marcharía, lo que no pensó que sucedería es que Steve la acorralaría contra el sillón, acercó sus rostro solo dejando un par de centímetro de por medio.
—Steve— Natasha estaba completamente nerviosa mientras se recargaba en el respaldo del sillón tratando de tener distancia con el mayor.
—Natasha— su voz se escuchó ronca mientras que a la menor le recorrió un escalofrío, soltó el aire que estaba conteniendo mientras sus respiraciones se encontraban.
—¿Por qué? —Cuestionó el varón mientras que Steve movía sus piernas haciendo que Natasha abriera las piernas por la cercanía
—¿Por qué?
—Si ¿Por qué me haces esto Natasha? Eres atractiva, inteligente y haces que pierda la cabeza cada vez que te veo, pero soy un caballero debo de mantener mi distancia contigo, pero cada vez que te veo traes estás ropas — Steve paseo una mano por le abdomen de la mujer deshaciendo el nudo de la bata dejando parte de su ombligo al descubierto haciendo que Natasha se sonrojara y un escalofrió la recorriera —A veces simplemente quisiera tomarte y arrancarla pero también me detiene el hecho de que me gustas Stark enserio Natasha, en el momento que descubrí que no eras un Robot y que en realidad eras una mujer decidí que lo primero que haría cuando tuviéramos un tiempo sería invitarte a salir pero ¿Es ético hacerlo ahora?
—Steve — su boca se había quedado seca ante las declaraciones del contrario, su respiración estaba agitada y ni siquiera la había tocado, estaba avergonzada por completo además de excitada la cercanía de Steve era tanta como nunca lo había estado.
—Al carajo Steve, Saltémonos las citas, Saltémonos las invitaciones formales, dejemos de lado lo ético y lo políticamente correcto —Natasha llevó sus manos hacía las mejillas del capitán acariciando su barbilla que estaba perfectamente rasurada pero podía notar pequeños pelitos naciendo — Me gustas Capitán a diferencia tuya a mi no me importa lo que digan las personas, no quiero citas, no quiero millones, te deseo y te quiero solo a ti.
—Natasha... Pero
La filántropa no dejó que añadiera más y unió sus labios con miedo a su rechazo, se llenó de impresión al sentir como Steve deslizaba Las manos por su cintura, el beso se volvió salvaje cuando el capitán comenzó a cooperar y ella abrió sus labios dejando que las lenguas de ambos se unieran en una danza propia, sonidos obscenos salían de ellos y Steve ya estaba prácticamente encima de Natasha.
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¿Qué hiciste Stark? (Stony 3490)
FanfictionNatasha Stark y Steven Rogers llevan meses conviviendo en armonia, hasta que un día la pareja se enfrenta a la dura realidad, el gobierno quiere tener el control de todos los superheróes y ¿Porqué no comenzar con la genio, millonaria, filantropa y s...