—Y ese es el secreto del universo —dijo orgulloso el profesor—.Espacio y tiempo.
Todo lo que conocemos en la vida se remonta a esos dos conceptos, el gran secreto.
Entonces algo revolvió mi imaginación, tal vez fue el calor de la sala o el sonido natural del exterior, pero pensé en el amor y recordé aquella tarde de verano charlando con ella bajo la sombra de un gran árbol.
—No creo en la suerte, ¿y vos? —me dijo curiosa.
—Pues haber nacido en el mismo tiempo, junto a ti, dentro de este gran universo... bueno, la verdad, yo tampoco —respondí con una sonrisa —Yo creo en la física del destino que nos permitió coincidir en el mismo espacio y tiempo.
Me sonríe en silencio, me mira y disfruto la silueta de sus ojos mientras se desvanece el fugaz recuerdo
Termino, vuelvo, medito un segundo y me levanto frente a todos mis compañeros. El educador observa con actitud indagante, esperando a que diga algo.
—Solo quería decirle profesor que pienso igual que usted, sin duda ese es el secreto del universo.