Capítulo 1

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Sin duda alguna, todo cambio cuando llegó una carta admitiéndome a una escuela que yo no conocía, ni si quiera su nombre me era familiar, cuando la abrí descubrí algo que hizo horrorizar a mis padres adoptivos, era una bruja.Al principio parecía una broma, quienes se hacían llamarse mis padres pensaban que no era real, pero a mi me hizo encajar algunas piezas que tenía sueltas en el puzzle, preguntas que jamás tenían respuestas.Por eso siempre sucedían cosas raras al mi alrededor, eso hacía que casi todas las casas de acogida en las que estaba me echaran a otra distinta, así durante toda mi vida hasta que me adoptaron.Aún recuerdo las palabras de mis padres adoptivos ante tal noticia.
"Esto tiene que ser cosa del diablo"
"¿Qué vamos a hacer contigo?"
"Ni si quiera sé donde está Hogwarts"
"¿Para que necesitarías una lechuza?"

Al final acabaron devolviéndome a la última casa de acogida y supongo que eso llegaría a los oídos de algunos profesores, ya que una de ellos decidió acogerme, se llama Minerva McGonagall.Ella me contó todo sobre Hogwarts, la mayor escuela de Magia del mundo, todas las noches leíamos sobre la historia de los magos, y poco a poco todo era cada vez más familiar para mi, incluso descubrí que tenía un don, ya que era rápida aprendiendo.También ella se hizo responsable sobre la compra de mi material escolar, aún recuerdo cuando fuimos a Ollivanders a comprar mi varita.
"Madera de Cornejo, núcleo de dragón, catorce centímetros, flexible, una varita poderosa, fiel y perfecta para las artes oscuras, úsala con cautela"
Dijo el señor Ollivander antes de que pudiera agarrarla por primera vez, la varita me eligió, ya que es la varita quien elige al dueño.

Minerva McGonagall me contó que para llegar a Hogwarts debía de subir a un tren, por eso junto con la carta de admisión había un billete, también me avisó de lo peculiar que era el andén, ya que debía de atravesar una pared para llegar hasta el, pensé que era una broma, pero llegó el día trague saliva asustada, era cierto.El andén nueve y tres cuartos se ocultaba para los muggels, antes de entrar conocí a Ron Weasley y a Harry Potter, era primer año para nosotros, debo de reconocer que eso me hizo sentir menos sola en esos momentos de miedo y vergüenza.
Estuvimos los tres juntos en el tren, incluso a veces se nos unía una chica algo testaruda y con temperamento, Hermione Granger.
Por el camino hablábamos sobre las casas, había cuatro y sin duda los cuatros queríamos pertenecer a Gryffindor, aunque Minerva siempre me decía que mi corazón pertenecía a otra casa, pero yo quería ser como ella, ademas me sentía valiente y con coraje.
No cambie de opinión hasta que el sombrero seleccionador dijo: "Aquí veo inteligencia y astucia, de corazón fuerte y poderoso, ¡Slytherin!"
Triste me reuní con los de mi casa, mientras que Harry, Hermione y Ron se reunían con los de Gryffindor.

Este es ya mi último año, espero que lo disfrutéis conmigo.

Tu amor es puro veneno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora