Gorgeous (KINKTOBER 2022)

DÍA 12: Sexo en la Pared

El joven rubio estaba escribiendo en la computadora, agregando al inventario de la biblioteca los títulos de últimos libros que llegaron en esta semana, piensa colocarlos en su lugar, más tarde, por ahora, solo registrará los nombres en el sistema.

Al terminar, apoya su espada en la silla gime al darse cuenta de lo increíblemente cómoda que es. Luego de unos segundos mira alrededor, nadie le está prestando atención, de hecho no hay nadie cerca de él, la mayoría de las personas se encuentran leyendo en las mesas del segundo piso. Por lo que Steve desliza su mano por uno de los cajones hasta que siente el pequeño control remoto, apretando el botón encendido del juguete, mordiendo levemente su labio cuando las vibraciones a velocidad baja empiezan en su interior, evitando que el gemido se escape de sus labios.

—¡Hey Steve!— Llamó una voz alegre al otro lado de la mesa.

Steve por instinto vuelve a apretar el botón apagando rápidamente el juguete. Sabe perfectamente quien está al otro lado de su escritorio; porque hay únicamente una persona en toda la universidad que le llama por su nombre, faltándole todo el respeto.

Anthony Stark, era un joven castaño de hermosos ojos marrones, tan solo un par de años más joven que Steve, pero que su edad no te engañe porque el joven era un genio que iba por su segundo doctorado y con un fututo asegurado dirigiendo la empresa multimillonaria de su padre.

—Señor Rogers...— Corrige en rubio —¿Necesitas algo, señor Stark?

—Ya te lo dije varias veces, solo dime Tony— El castaño dije con una sonrisa mientras se acomoda los lentes de sol.

—¿Necesita algo, señor Stark?— Repite Steve, está cansado de explicar lo que el reglamento de la universidad le exige como empleado de la institución.

—Solo quería saludar al hombre más hermoso de la universidad— Responde Stark.

—Ese comentario es por demás inapropiado— Argumenta el rubio, tratando que el sonrojo en sus mejillas no sea notorio —Cuestiono mucho que puedas leer algo con esos lentes— Steve dice en un pobre intento de cambiar el tema de conversación.

—Oh... bueno... Es que afuera hay un sol horrible— Tony trato de buscar una excusa. Lo cual era una verdad a medias, porque la razón principal se llevara las gafas de sol era porque la noche pasada no había dormido por culpa de la acumulación de sus trabajos.

—Ya veo— Respondió Steve con una sonrisa.

—Señor Rogers— Hablo otro joven universitario, enseñando su pila de libros en sus brazos.

—Señor Stark, si no tiene alguna duda, agradecería mucho que vaya a leer algún libro y me deje trabajar— Comento Steve dando fina a su conversación con el castaño.

Tony a regañadientes aceptó, y se movió para perderse entre los libreros, Steve solo soltó una sonrisa por ver la pequeña rabieta que hacía el castaño, luego su atención se desvió al universitario.

Por mucho que Steve se negara a los coquetos del castaño, se hacía obvio que al rubio le gustaba Tony. Sin embargo, en el reglamento estaba más que claro que las relaciones entre trabajadores de la institución y estudiantes estaban prohibidos, por lo que si deseaban tener algo extra laboral, uno debería abandonar la universidad. Steve no quería eso, había tardado mucho en encontrar un trabajo que le gustara con un buen salario para poder pagar la renta su departamento; tampoco quería perjudicar a Tony, obligándole a abandonar la carrera profesional que estaba formando. Sin embargo, los sentimientos del rubio no se detenían, no actuaria en consecuencia delante de Tony, pero sí en la soledad de su habitación, donde gemía el nombre del castaño hasta que el clímax abandone su cuerpo.