Pasaron las horas y Trollino acompañado de Timba fueron por Mike.
Sonrió al ver a su niño alegré y jugando con una pequeña pelota amarilla en el patio de la escuela, ya era hora de la salida y a los niños se les permite jugar un rato hasta que lleguen sus padres por ellos.
Trollino espero unos minutos hasta que terminará de jugar, no quería interrumpirlo, odiaba ver el puchero que hacía cuando lo interrumpía, por eso espero pacientemente a que dejarán de jugar. Además, amaba verlo divertirse tal y como se lo merecía.
— ¿Ya podemos irnos? — pregunto Timba impaciente, Trollino lo miró con enojó — pregunto, eres igual que Rius los consienten mucho — se quejó cruzando los brazos, miró a su amigo quien traía una sonrisa
— es extraño — habló sin dejar de sonreír, Timba lo miró confundido — tienes dos hijos y no me comprendes — soltó una risa, no podía comprender como su amigo con ya dos hijos no entendía ese pequeño sentimiento de querer consentirlos
— lo que me parece extraño es que tuvimos una educación similar y tú sí eres capaz de mostrar y dar amor — lo dijo con burla en su voz, Trollino lo miro y notó la sonrisa de su amigo que escondía una gran tristeza
— supongo que cuando Roberta se fue me cambio, además si les demuestras tu amor solo que a tu manera — habló serio sin mostrar muchas emociones, Timba iba a decir algo pero un pequeño niño castaño apareció corriendo a abrazar a su padre
Mike después de dar el gol ganador de su equipo volteo a ver la salida de la escuela y ahí estaban su papá y su tío Timba con una sonrisa cada uno, emocionado les dijo a sus compañeros que ya se tenía que ir, fue por su mochila y corrió a abrazar a su papá por la cintura gracias a su altura.
Trollino al sentir unos brazos abrazarlo bajo la mirada encontrándose con una cabellera castaña, su pequeño. No pudo estar más que feliz y cargo a su hijo.
— vaya hijo, cada vez pesas más — se quejó soltando una risa que contagio a su hijo y a su amigo
— eso es porque me estoy volviendo un niño grande — la emoción era lo que su voz reflejaba, levantó sus brazos al aire intentando verse más alto, Trollino rió de lo ternura que es su hijo
— o porque tú padre te alimenta de más — opinó Timba burlándose, Trollino lo miro molesto por el comentario al peso de su hijo — ¿Qué? — exclamó sin entender el porque de su actitud — tú empezaste —
Trollino solo rodó los ojos y bajo a su niño — ¿Recuerdas la promesa que te hice hoy en la mañana? — pregunto suavemente causando que Timba lo miró extrañado, aún no de acostumbraba a la forma en cómo Trollino le hablaba a Mike, el pequeño asintió pues en todo el día no dejaba de pensar en eso — pues hoy irás con Sparta —
— ¡Si! — exclamó con una enorme sonrisa en su rostro, tomo rápidamente su mano y casi fue llevando a su papá arrastrando al auto olvidándose por completo de un peli-azul
El pequeño niño castaño se encontraba emocionado al entrar a la casa de su mejor amigo, los dos han estado justos desde pequeños llevándose por tres años siendo Mike el mayor.
Al ingresar se encontraron con Sparta de cinco años, piel blanca y ojos y pelo marrón y con una sudadera azul con su inicial enfrente, que estaba jugando con unos carritos de juguete en el suelo de la sala.
— ¡Hey! ¿No te dijo tu papi que no jugaras en el suelo? — pregunto Timba levantando al niño del suelo para sentarlo en el sofá gris
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Siempre Estaré A Tu Lado // Rapllino
RomanceTrollino perdió a su esposa debido al cáncer, antes de morir le hizo prometer que se volviera a enamorar cuando ella partiera De eso han pasado cuatro años, Trollino se ha negado volver a enamorarse hasta que conoce a un chico con chaqueta roja Rap...