•†Equinoccio†•Era de Otoño.

¿A que costo fue mi objetivo?

Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, la joven Maylin estaba de aquí pa' ya, se dio cuenta que la mayoría desconocía que El Gran Maestro y la Consorte Chu eran la misma persona. al principio se preguntaba por que el séquito de emperador no decía nada, así como el eunuco Li.

Y por sus observaciones descubrió que el séquito eran marionetas, por ende no podían hablar o pensar, a diferencia del eunuco Li, quien aun era una persona viva. 

Al principio para Chu wanning le era incomodo la compañía de Maylin, esto debido a que donde fuera el, ella ira, era el claro ejemplo de las abejas a la miel, por que si él no la manda por algo o otro lugar ella no se movería de su lado, lo que le agrada de ella es que es muy meticulosa y eficiente al hacer las cosas, sobre todo el hecho de aprender solo con verlas una vez.   

A Taxian-Jun no le agradaba la idea de tener a un extraño cerca de su Chu Fei, de hecho la idea principal era decapitar a la joven, por tener la osadía de tomarle las manos a su consorte, pero cambio de opinión al ver la pequeña ramita en el cabello de Maylin, una que se asemeja al que le fue regalado a su madre, aquel que tubo que vender para comprar un tazón de arroz. 

Quería tener esa horquilla, pero no volvió a aparecer, por mas que buscaron en el lugar donde ella se había caído, incluso cundo fue por ella en la celda, ordeno que revisaran la celda mientras no estaba, pero aun así no apareció, hasta aquel día de la estrella del cielo, la horquilla se encontraba en el cabello de la joven mientras pedía el permiso de su consorte una y otra vez pero al final de cuentas no le permitió que le evaluara su cuerpo completo, cuando estaba inconsciente quizás si, pero despierto era realmente vergonzoso.

Así que solo reviso sus signos vitales, así como sus meridianos, para después servirle un te medicinal, el cual tan bien se le fue dado, tenia un peculiar olor dulzón, y al tomarlo se sorprendió al sentir como su cuerpo recibía energía espiritual pura. Ese fue otro de las circunstancias de dejarla viva, parece que puede ser útil de alguna forma. 

Algo que le molesta de ella, y eso que solo tiene unos días de ser doncella de compañía, es que es muy inoportuna, aparece cuando no es necesario, tiene que sacarla casi a patadas para estar a solas con su Chu Fei o enviarla a buscar pastel de luna en el pueblo mas cercano, ella hace eso, solo hace eso si se trata de Chu wanning, si no es para él no se moverá por ningún motivo. 

Los besos húmedos se escuchaban en el lugar, las respiraciones pesadas también, Chu wanning gime y jadea sobre su boca cada que lo embiste con fuerza contra la roca del jardín. Taxian-Jun alza las piernas de su consorte para separarlas un poco mas  llegando en lo mas profundo, Chu wanning enredo sus piernas en la cintura del monarca para que las embestidas fueran mas bruscas, mientras araña a diestra y siniestra, la espalda, cintura y cuello. 

 – Más...ah, más agh

 – Que energético ah...  –dijo acompañado de una sonrisa mientras atraía el cuerpo de Chu wanning y centarlo de golpe sobre su pene, agarro con fuerza el trasero de su consorte, y comenzó a embestirlo como si no hubiera mañana, escurriendo el semen de las cesiones anteriores.

 – Mo ran, mo ran, mo ran.  – repite jadeando emocionado.

El nombrado besaba y mordía el cuello y clavícula del otro, subía de vez en cuando para besar los deliciosos labios de Chu wanning, mientras que la saliva escurría entre los labios de ambos, Taxian-Jun rompió el beso para poder atrapar aquel fruto rojizo e hinchado, 

Lo succionaba con fuerza mientras que en el otro su mano pellizcaba y tiraba de ella.

Chu wanning lo tomo del mentón para que lo viese, Taxian-Jun logro ver un rostro lleno de lujuria y deseo, pero sus ojos están completamente vacíos y opacos. Le molesto tanto que lo puso boca bajo contra el pasto,  su trasero estaba completamente expuesto, aquel pequeño orificio rosado se encoge y expande, anhelando ser llenado de nuevo.