Can you hear me screaming please don't leave me?

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¿Alguna vez perdieron a alguien tan importante en su vida que sienten que un pedazo de ustedes se fue con esa persona? Bueno, eso le pasaba a Minho.

Quién de un momento a otro perdió a aquella persona quién era todo para él, quien le daba fuerzas para seguir y con quién quería compartir toda su vida.

Minho sabía de la depresión de Chan, y trataba de ayudarlo como podía. Puesto que siempre veló por la paz y el bienestar mental y emocional de su hermoso novio, quien en unos meses quería convertir en su prometido, para después jurarse amor eterno y estar juntos hasta que la muerte los separé.

Lástima que la muerte venía mucho antes de lo previsto, según Minho, veía mejoría en Chan quién estaba yendo a terapia y tomaba medicamento, pero aún así estaba mucho mejor que meses atrás.

Así que nunca le cruzó por la mente que aquel día en el que saldría a comprar algunas cosas para hacerle una sorpresa a Chan, su amado acabaría con su vida.

Cuando Minho iba saliendo, Chan le dijo que iba a tomar una ducha, así que se metió al baño. Minho no vio nada malo en esto y tranquilamente salió a comprar.

Cuando regresó, no vio a éste por ningún lado así que fue al baño, tocó la puerta pero nadie le atendía, tocó y tocó pero nada. Minho empezaba a temer por la vida de él contrario, le aterraba imaginar un mundo sin él, le aterraba como Chan pudiera estar. Así que, sin más, abrió la puerta.

Y se encontró con aquello que temía, Chan en el fondo de la bañera.

Minho rápidamente corrió para sacarlo esperando que su amado estuviera bien, pero nada, no respiraba. No tenía pulso y tampoco signos vitales, no respondía.

No, no, esto no puede estar pasando. No me puede dejar, no, así no.

Los ojos de Minho se empezaron a cristalizar, y las lágrimas empezaron a caer de sus mejillas. Un nudo en la garganta se hacía presente y una fuerte presión en el pecho no lo dejaba respirar.

-¡No me puedes dejar, oíste! ¡No me puedes abandonar! ¡Te necesito! ¡No me puedes hacer esto! - decía Minho entre lamentos desgarradores. Quién pasará por ahí podría sentir el dolor con tan solo escuchar a Minho.

El funeral se realizó al día siguiente, la familia y amigos de ambos asistieron. Y Minho, bueno, el se encontraba más destrozado que nunca. Los recuerdos con Chan lo atormentaban, ¿Cómo podría superar todo esto cuando tenía tantas memorias con Chan y tenía ganas de hacer muchas más?

La primera semana sin él fue tortuosa, se despertaba y al no ver a Chan al lado suyo se deprimía, extrañaba eso. Extrañaba despertar con Chan viéndolo mientras le sonreía con ternura y aquellos hermosos hoyuelos que amaba puesto que hacían a Chan más hermoso de lo que ya era se hacían presentes.

El primer mes fue igual, tortuoso. Y Minho se empezaba a desesperar, puesto que ya había pasado un mes y aún dolía igual que el primer día. Seguía sumergido en aquella horrible angustia que lo carcomía.

Así pasaron los meses, y llegó el primer año sin Chan. Y Minho estaba más derrotado que nunca, puesto que en un año completo nada había cambiado, había intentado seguir con su vida normalmente pero no pudo. Aquella angustia y melancolía eran más fuertes que cualquier cosa, había caído en un pozo del cuál le era muy difícil salir y lo único que podía pensar era en estar con Chan otra vez. Lo necesitaba y lo deseaba tanto.

Minho no creía soportar más así, tal vez Chan siempre fue más fuerte que él en ese aspecto. Así que en un acto impulsivo tomó la decisión de reunirse con Chan.

Tomando un frasco de pastillas y tomándose un puño de éstas, no sin dejar una nota.

Intente luchar pero sin él, no puedo. Lo siento.

Quién lo encontró fue Seungmin, un amigo. Minho se encontraba tirado en el piso, con una foto de él y Chan a un lado. Seungmin al acercarse notó que aquella foto no era cualquier foto, puesto que era del día que se hicieron novios. Después de eso, se dio cuenta de la nota y confirmó aquel pensamiento que tanto ruido le hacía. Aquellos dos se amaban tanto, eran capaces de hacer cualquier cosa por el otro. Lastima que aquel amor en vez de ser como los cuentos de hadas y obtener su felices para siempre, terminó como aquel clásico de Romeo y Julieta, dando su vida por él otro.

Solo esperaba que en sus vidas siguientes pudieran tener aquella historia de amor que les correspondía, con ese final feliz que tanto merecían.




Hold on; Minchan OSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora