BULLIE - CHAENNIE G!P

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—Y entonces... ¿tu eres?— Lisa estaba sentada, junto a ella Jisoo, la menor tenía ambas manos de su novia en las de ella tranquilizando sus nervios y calentado con su calor la fría piel, el té caliente frente a ellas humeaba, y junto a él, los ojos fervientes de Minhee detrás de ellas.

—Taeri, Kim Taeri—No contenta con la respuesta, Lisa se inclinó al respaldo de su silla, sintiendo los dedos de su novia entrelazarse con los de ella. Jisoo sabía que los nervios de Lisa estaban de punta ante la nueva amenaza. La amiga de Chaeyoung, de su Chaeng, quien la apoyó todo ese tiempo mientras Chaeyoung las había dejado sin pista alguna.

—No oí hablar de ti.

—Roseanne nunca habló de ustedes— mintió, y mientras sonreía vio ambas facciones decaerse hasta los suelos. Pensó que fue demasiado dura, apenas las conocía y no podía bromear así. —Mentira, ella las ama. Yo no soy nadie a lado suyo, menos de Jennie, esa chica carcomió el corazón de Roseanne y lo hizo suyo. Estoy segura de que Rosé soñó con volver a verlas, pero ella tenía tanto miedo.

—Tuvo una vida difícil, no es fácil.

—Lo sé, se que no fue fácil huir de aquí, pero ella fue muy valiente. Les quiero decir que no vine, ni pensé en ningún momento alejarla de sus vidas estando aquí. Solo quería conocer las personas que tanto ama la chica que me ayudo a salir de mi propio agujero.—Taeri sonrió, orgullosa por haberlo dicho. —Cuando conocí a Roseanne pensé que era una chica fría, y oh, lo fue, pero... de inmediato supe que ella había sufrido tanto como yo y supe que seríamos mejores amigas. Es una gran persona, y les agradezco a ustedes por hacerla quien es hoy.

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—Rosie es la mejor persona que pudimos tener...—Lisa volteo hacia Jisoo buscando aprobación, sonrió cuando la encontró asintiendo frenéticamente. —Ella no lo sabe pero probablemente sin ella, Jisoo y yo jamas hubiéramos logrado ser lo somos hoy. Peleábamos tanto que no podíamos estar en una habitación juntas, pero por Chaeyoung logramos mantenernos en paz, no queríamos una carga para su vida.

—A veces la vida destina a las personas, nos podemos dar cuenta o no, pero podemos ser motivo de cosas increíbles. Chaeyoung es el motivo por el cual logre sanar, estaba llena de odio, tristeza, y cuando menos me di cuenta me encontraba doblando la ropa de una desconocida.—Las tres rieron, pero el sonido del vaso sobre la mesa las hizo voltear.

La mujer mayor las veía, aterradora y como una fiereza indescriptible, su delantal sujeto a su cintura y una camisa blanca de botones cayendo de sus hombros. Abrieron sus bocas, sin saber que decir. El agua que se derramó de la mesa empezaba a gotear en el piso.

—¿Quién se creen que son ustedes para venir alterar el orden en mi cafetería?—Apuntó la mesa en el piso y los cubiertos que parecían haber sido lanzados con fuerza. —Debería llamar a la policía...—murmuró.

Por detrás venía Jin atando su delantal mientras que la camisa del trabajo salía de su pantalón en cada paso que daba. Su rostro parecía asustadizo, apurado y nervioso y con voz temblorosa dijo: —Minhee, te juro que yo arreglo esto. No pasa nada, ¿cierto?— Pidió ayuda. A gritos.

—¡Si! Cierto, lo siento tanto—Taeri se levantaba, viendo como le fue imposible alcanzar los ojos de esa mujer desde su estatura. —Lo siento tanto.

—Lo arreglaremos—. Lisa detuvo sus pensamientos.

—Si no la hacían de todos modos los iba a echar. Pueden terminar esto e irse, mi paciencia se agoto. ¡Por el amor de Dios!—Ahogó un grito, elevando sus brazos pidiendo un milagro. —¿Dónde está Jennie?

—Esta con...

—No me importa, cuando venga dile que vaya a mi oficina—Jin soltó un jadeo.

—¿La va a despedir?