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Pt. 2/2

JiSung tenía sus orejas rojas, le picaban, y además de eso, escuchaba un muy leve zumbido

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JiSung tenía sus orejas rojas, le picaban, y además de eso, escuchaba un muy leve zumbido.

SeungMin también, pero el suyo era menos, y trataba de disimularlo, en cambio el teniente se rascaba sus oídos a como podía.

—Demonios, ¿Quién habla tanto de ti? —burló la rubia a su jefe.

—No sé, pero sea quien sea necesito que se calle porque así no puedo trabajar —se recostó mejor en su silla.

Luego de haber vuelto sin nada más que decepción del trabajo de campo, Felix daba los últimos retoques a los rostros ya reconocidos, para que se vieran un poco más claros y así, poder ser mejor vistos.

—¿Te falta mucho, Lix? —SeungMin se acercó en la silla, a su lado. —Llevas, literalmente en eso, todo el día, ya casi serán las seis y pienso dormir temprano hoy.

—Es difícil, ¿Sí? —se detuvo, dejando las manos al lado del teclado. —Arreglar un píxel no es sencillo, SeungMin, hago lo que puedo lo más rápido posible.

El oficial a su lado, suspiró. —Lo siento, lo siento.

—Ayúdame aquí mejor, Seung —lo llamó la chica, llegando a sentarse a su lado. —Quiero cambiar el look, ¿Qué dices de un azul oscuro? Pero bien oscuro. ¿O me hago mechas negras?

El muchacho parpadeó, incrédulo por aquello. —Azul, y te lo cortas por aquí —señaló por encima de su hombro.

—¿Tan corto? —se quejó, frunciendo el entrecejo.

—¿Pediste mi ayuda no? —elevó los hombros.

El teniente los observaba, desde su lugar, hablar y molestarse entre ellos mismos, igual los días que estaban cargados de trabajo, que mutuamente se ayudaban y llegaban rápido a una conclusión u a algo en común.

Era un grandioso equipo.

Lo que lo sacó de ese momento que contemplaba, era una llamada de un número desconocido.

Él no solía contestar aquello, más allá por su puesto de trabajo, porque no le gustaba que le molestaran por teléfono; sin embargo, unas palabras llegaron a su cabeza.

Eran las de MinHo, donde decía que no se asustara si veía un número desconocido, porque podría ser él llamando para hablarle, y contestó con esa esperanza.

Antes de contestar acomodó un poco su garganta, para dar su mejor voz. —¿Hola?

En mi primer intento, tus números negativos se hicieron positivos —rió el CEO del otro lado de la línea.

El teniente comenzó a sentir sus nervios, y para “calmarlos”, se levantó para salir del cuarto e ir a hablar afuera.

—Contesté porque tengo un poco de tiempo libre —sonrió. —De no ser así estarías escuchando mi buzón de voz.

don't blame me ✧ minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora