Harry le había jurado a Lucy tres veces que, antes de lanzar la maldición Sectumsempra, no tenía ni idea de cuáles eran sus efectos, y su amiga le creyó; aquella cara de terror con la que se había encontrado en el rostro de Harry no podía fingirse. Pero su mente no solo estaba ocupada por lo que acababa de pasar, sino por lo que había visto; los cascabeles que llevaba Malfoy al cuello eran los mismos que Lucy le había dado a Ophelia. Sabía que Ophelia era de Slytherin, que nunca había visto nada de él más que sus pálidas manos, que nunca había escuchado su voz...
Sus pensamientos se interrumpieron cuando el profesor Snape regresó al baño, ya sin Myrtle por allí rondando, y miró a Lucy fijamente con sus ojos negros.
—¿Estabas aquí cuando Potter lanzó la maldición?
—No —contestó Lucy.
—Lucy llegó después —aclaró Harry—. Escuchó cómo explotaba el depósito de agua...
—¿Sabes cuál era el hechizo, Weasley? —interrumpió Snape.
—Harry me lo acaba de decir —explicó ella—. Pero solo conocíamos el nombre, no sabíamos para qué era.
—¿Dónde habéis aprendido ese hechizo? ¿Quién os ha hablado de él?
—Le leí por ahí —contestó Harry, asegurándose de llevarse todas las culpas—. En un libro de la biblioteca...
—Mentiroso —gruñó Snape—. Tráeme tu mochila con todos tus libros. Todos. ¡Ya!
Harry compartió una mirada con Lucy antes de salir corriendo y salpicando del baño hacia la torre de Gryffindor. Snape se volvió hacia la pelirroja, mirándola con cierto desdén.
—¿Es cierto que Potter y tú encontrasteis ese hechizo en la biblioteca?
—Sí —dijo Lucy con rotundidad. Snape sonrió irónicamente.
—Sé que mientes —aseguró—. Pero nunca lo admitirás, todo sea por la seguridad de tu amiguito. Los Weasley y los Potter están condenados a pegarse como lapas hasta el fin de sus días. Dime, niña, ¿qué libro de Pociones avanzadas tienes?
—El libro de papá.
—Cómo no —bufó el profesor. Lucy frunció levemente el ceño ante la pregunta de Snape, recordando el libro de Pociones del Príncipe Mestizo—. He hablado con el señor Malfoy, Weasley. Su versión respecto a tus hechos coincide con la vuestra, y me ha pedido que te deje fuera de todo esto.
—¿Cómo?
—A mí también me ha sorprendido —admitió Snape—. Pero, ya que, al parecer, esta vez es cierto que no has hecho nada, he decidido hacerle caso. Vete a tu sala común antes de que encuentre alguna razón para restar puntos a Gryffindor.
Lucy asintió secamente con la cabeza antes de marcharse.
En menos de dos horas, ya casi todo el castillo sabía lo que había sucedido en el baño de chicas del segundo piso. La noticia había corrido veloz: aparentemente, Myrtle la había contado en todos los baños del castillo. Pansy Parkinson acababa de visitar a Malfoy en la enfermería, y no había perdido el tiempo en difamar a Harry y a Lucy por diestra y siniestra; mientras que Snape le había contado al profesorado exactamente lo que había sucedido.
Por su parte, al llegar a la sala común empapada de agua y sangre, Lucy fue bombardeada a preguntas acerca de si lo que había pasado era cierto. Después de ponerse ropa seca y limpia, Lucy le aclaró lo sucedido a Hermione y a sus primos, y cuando Harry llegó por fin, les contó que Snape lo había castigado todos los sábados por la mañana hasta final de curso.
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Lucy Weasley y el Príncipe Mestizo ✔️ [Lucy Weasley IV]
FanfictionCUARTO LIBRO DE LA SAGA LUCY WEASLEY La guerra contra Lord Voldemort no ha hecho más que empezar, y el miedo reside en los corazones de todos los seres del mundo mágico. El Innombrable debe ser vencido, y para ello, Lucy está dispuesta en ayudar a...