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La fiesta a trascurrido normal, los niños cuando están en la mesa hacen el ambiente más ameno y Harry ha comenzado a beber ya que no puede seguir soportando la presión de tener  esos ojos azules recorriendo su rostro, el alcohol lo ha calmado un poco y ha comenzado a divertirse, viendo a los niños corren y jugar haciéndose bromas. Suelta una pequeña risa al ver como un niño se cae de bruces casi tirando a un mesero, intenta ocultar su risa con su vaso de tequila pero sus hombros se mueven delatandolo, siente que el alcohol se le saldrá por la boca así que se levanta rápido y se va casi corriendo al baño, entra empujando demasiado fuerte la puerta y tira el líquido de su boca en el lavamanos, se enjuaga y se ríe ahora si abiertamente. Mira su rostro sonriente en el espejo, sus mejillas están rojas y sus ojos brillosos por las lágrimas de la risa, suelta un suspiro y se dirige a uno de los cubículos, necesita hacer pipí su vejiga estallará.

Cuando sale se queda de piedra al ver a Louis sentado en uno de los sofás que hay en el baño, el lugar es tan extraño que tiene sofás en el baño, «lujos de ricos» piensa viendo al hombre sentado con una pierna sobre la otra, sus dedos raspan su barbilla donde está una leve capa de barba. Harry se dirige al lavamanos, se lava sin decir nada aún.

—¿Eres cuidador de niños?– Louis rompe por fin el silencio.

Harry levanta la mirada a través del espejo.

— Sabes lo que soy.– susurra.

Louis se levanta y se acerca un poco.

— Si, pensé que era uno de tus otros, trabajos.

Harry se voltea y por primera vez se ven cara a cara tan cerca, el ojiverde intenta mantener su suspiro de admiración, así que garraspea en su lugar.

— Con permiso, tengo que irme. – intenta salir pero Louis lo toma de la muñeca y lo atrae hacia él.

Ambos están tan cerca, sus ojos se pierden el uno en el otro. Louis entre abre sus labios para decir algo, pero Harry ya no soporta el cosquilleo en su muñeca por el toque del mayor. Así que se suelta y sale rápido del baño, busca con apuro a Theo, cuando lo encuentra lo toma de la mano y salen sin despedirse.

— Oye espera, me estaba divirtiéndo. – dice Theo mientras es casi arrastrado a la calle principal para poder tomar un taxi.

— Lo siento, pero tenemos que irnos, en la casa te prepararé chocolate como recompensa. – estira la mano para parar a un taxi, suben sin mirar atrás.

Cuando llegan al apartamento le prende la televisión al niño, le da un vaso de chocolate caliente y unas galletas para que así él pueda estar tranquilo en la cocina, se sienta en una silla y pone su cabeza en sus manos. Tiene que sacar a ese hombre de su mente, es un cliente más en el club y seguramente sólo se acercó por morbo, una lágrima cae en su mejilla, al saber que el nunca podrá tener a un hombre como ese, ahora él es impuro, qué hombre de sociedad querría tenerlo para algo más que una noche. Su mente vuelva en muchas ideas en su mayoría deprimentes que no se da cuenta cuando ya es muy noche hasta que el timbre suena. Se limpia las lágrimas y se levanta a abrir, una melena rubia y una gran sonrisa entran por la puerta.

— Ya estoy aquí, siento la demora, ¿cómo te fue?– pregunta Niall.

Harry sorbe su nariz y Niall lo mira con confusión, para después correr a abrazarlo.

— ¿Qué sucedió? qué esta mal. – pregunta confundido.

— Lo vi Niall, al hombre del club, estaba en esa estúpida fiesta infantil.– suelta más lágrimas.

— Y qué pasó, ¿te trato mal?.

Harry se separa de él y ambos van a la cocina, Theo ya esta dormido en el sofá.

— No conversamos mucho, sólo me pregunto si era cuidador infantil. Y luego me tomó de la mano, yo, no se fue muy raro.

Frunce el ceño mientra mira a la nada. Niall lo mira aún más confundido.

— Niall, yo jamas seré digno de un hombre como él– lo mira a los ojos.

El rubio comprende todo en ese instante, su mirada cambia a una de compasión y lo abraza de nuevo.

— Harry, deja de pensar estupideces, no eres menos por tu trabajo y el hombre con el que un día vayas estar lo aceptará sin importar qué, eres valioso, recuerdalo siempre.

Harry siente en su hombro.

Cuando su rubio amigo se marcha la soledad le atraviesa el cuerpo así que se hunde en él sofá con una manta intentando no pensar más, hasta quedarse dormido.
Al despertar sus ojos están hinchados y cansados por las lágrimas, se levanta del sofá y va al baño a darse una ducha, necesita despejarse. Cuando está limpio y cambiado se vuelve a sentir él, va a la cocina tiene que poner a cargar su teléfono, lo busca por toda la cocina pero no está, va a la sala y ni lo ve por ningún lado. Hasta que recuerda que lo dejo en la mesa de la fiesta antes de pararse al baño, maldice en voz baja y regresa a la cocina, tendrá que comprarse uno nuevo. Sirve su café y se sienta a beberlo.

El día pasa tranquilo intenta distraerse limpiando o lavando la ropa, no quiere que los pensamientos lo inunden de nuevo, porque muchas veces es tu propia mente la que te destruye, no hay nada más fuerte que luchar contra tus propios pensamientos, es como si tuviera vida propia y te dijera lo miserable y perdida que esta tu vida, muchas veces es la perdición de las personas.
Cuando la noche llega los pensamientos se vuelven más fuertes, como si supieran que hora es. Harry sólo se cubre con sus mantas e intenta quedarse dormido.

Los días pasan igual va al trabajo pero ya no da shows privados no tiene ganas de tener que convivir con señores odiosos, así que después de su gran show sólo se retira, sus compañeros pudieron ver que algo le pasa pero no preguntan sólo lo miran con compasión y le dan su espacio, Harry les agradece mentalmente no quiere dar explicaciones a nadie, desgraciadamente su mala cara y su ánimo decae aún más cuando llega el fin de semana y Louis como ahora sabe que se llama el hombre no aparece en el club, ni la siguiente semana pero Harry no va admitir que algo en su pecho se rompió.

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Qué les pareció?

¿Cómo están, cómo va su 2023?

𝑷𝑹𝑶𝑭𝑨𝑵𝑶 (LS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora