𝐒𝐀𝐂𝐈𝐀𝐒𝐓𝐄 𝐌𝐈 𝐀𝐋𝐌𝐀 - BUGHEAD

Capítulo 1.

Betty Cooper dejo greendale y se adentró en riverdale.

Y ahí estaba ella. Con su valija y su mochila en la puerta de un edificio de cuatro pisos donde vivían algunos adolescentes y adultos. Algunos estudiaban en la universidad, otros no tenían la mayoría de edad siquiera y otros ya casi estaban por formar una familia. Era una residencia de no muy alto nivel. Pero lo suficiente para que Betty comenzara su nueva vida.

Entró y había una pequeña especie de recepción con un señor que aparentaba ser el portero del lugar.

—Hola, ¿Necesita algo señorita?
—preguntó el hombre, mostrando una amable sonrisa.

—Yo alquilé un ambiente aquí.

—Oh, claro—se arrimó al escritorio y de un cajón sacó una llave—. ¿Me podría decir su nombre?

—Elizabeth Cooper.

—Perfecto, aquí tiene —entregó la respectiva llave—. Tome este ascensor hasta el piso 3, puerta 24.

—Gracias, muy amable.

Subió como le indicó el señor y al abrir la puerta se encontró con una habitación con la pintura algo maltratada, junto a la puerta había un horno y un mini refrigerador. Al igual que había una mesa, dos sillas, una cama y un armario. También había un pequeño baño, en no muy buen estado.

Está bien. Por lo menos no estamos en las ruinas.

Acomodó algunas prendas que trajo y sus productos de aseo personal. Era de noche y tenía hambre asi que optó por ir a comprar algo.

Mientras bajaba el ascensor paró y subió una morena con cabello negro y llamativos ojos marrones.

—Perdón por interrupir. —rió nerviosamente la pelinegra.

—No es nada. Después de todo es algo de uso público. —le dedicó una pequeña sonrisa.

—Es verdad, pero quizá estabas apurada o algo así.

—Oh no, solo voy a comprar. Es un poco tarde como para ir a otro lugar.

—Si —hizo una pausa—, yo voy a buscar mi delivery. Planeo tener una noche de chicas con una buena pizza y una película —movía sus manos tratando de explicar—. Aunque solo hay una chica, yo.

Betty soltó una carcajada.

—Soy Betty, ¿y tú? —abrió la puerta del ascensor.

—Verónica, un gusto. ¿Eres nueva aquí, no?

—Así es. Me mudé para estudiar en la universidad. Vengo de greendale.

—Oh, yo comenzaré mi segundo año. Bueno, no te retengo más e iré a buscar mi delivery.

—¡Adiós! un placer conocerte, Verónica.

La rubia buscó en su celular el camino a un supermercado que estaba a cuatro cuadras.

Compró algunas cosas básicas y algo para comer y volvió a su nuevo hogar.

Ya se sentía como un hogar a pesar de que es reciente y eran unas simple paredes.

Se sentía libre y contenida.

Mientras iba de camino a la residencia, tarareaba una canción de Taylor Swift; su favorita.

Sequin smile, black lipstick
Sensual politics

Frenó en el semáforo porque estaba en rojo.

When you are young,
they assume you know nothing

Un minuto luego cruzó la calle.

But I knew you

Pudo ver alguien.

Dancin' in your Levi's

Era un chico bailando con una botella de licor en la mano.

Drunk under a streetlight, I

Estaba allí. Sencillamente bailando entre el semáforo y un farol, bajo la luz de la luna.

I knew you.

No se acercó mucho, pero logró ver que era pelinegro y tenía ojos claros.

Él la vio también y Betty le dedicó una sonrisa antes de seguir con su camino y él correspondió.

No hizo mucho los siguientes dos días antes de comenzar sus estudios. Volvió a encontrarse con Verónica e intercambiaron números, también le mostró un poco el pueblo.

El último día la rubia se dedicó a comprar los materiales necesarios para la universidad. Pasó por una tienda donde buscaban empleado. Pese a que tuvo que llegar a usar sus habilidades manipuladoras, consiguió el trabajo.
Para complacer a sus padres Betty solía tener que manipular a mucha gente y fingir muy bien, así que no fue problema esa parte.