Yerba Mala - TojiWeek

𐂃•Día 3•𐂃

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❝Celos❞

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El amor estaba lejos de formar parte de su vida y se negaba a establecer vínculos afectivos con ningún ser humano, pero la lengua le castigó el día que conoció a Yukiko en un konbini al que entró para comprar material médico con el que curaría una herida que se había hecho en uno de sus trabajos tras acabar el servicio militar.

Tuvo que admitir que era la primera persona desinteresada que había conocido. Yukiko le acogió en su casa varias veces sin esperar nada a cambio y siempre se preguntó por qué albergaba tanta bondad en su corazón.

Se animó a conocerla mejor y poco a poco se fue enamorando de ella.

Antes de abrirle las puertas de su mundo, tuvo que purificarlo. Su oficio solía ser peligroso y no quería que ella resultase herida. No se lo perdonaría.

Se convirtieron en pareja tras aceptar él un trabajo como guardia de seguridad en una discoteca y transferirle a ella todo su sueldo. El dinero en sus manos no sobrevivía, las carreras de caballos eran su adicción.

Parecía que el amor de Yukiko le salvaba del libertinaje que vivía a diario y, a cambio, le ofrecía un hogar estable donde podía ser feliz y era tratado como un preciado tesoro. Se consideraba afortunado de tener unas manos nobles abrazando su cuerpo adormecido y unos labios dulces besando la amargura de su rostro.

No quería perderla, ella era la esperanza en su caótico mundo.

Le daba celos cada chico que la veía lascivamente por la calle, era consciente de que Yukiko no tenía la culpa de ser hermosa y joven, pero eso no calmaba la intensa rabia que nublaba su cerebro en cada masacre que efectuaba en la calle. Nadie era digno de contemplar a su novia, y peor aún si era con malas intenciones.

—Y le habría roto el brazo si no hubiera venido la policía —dijo, sentado en el sofá con la nariz ensangrentada.

—Padeces un grave problema de ira —comentó Yukiko, sumergiendo una toalla en un cuenco de agua helada.

Toji enarcó una ceja y la miró de reojo. ¿Qué intentaba insinuar?

—Te defendí de ese cerdo.

—Y lo aprecio, pero seamos honestos —empezó a limpiarle la sangre que manchaba su piel—, te excedes en cuanto a golpes.

Las palabras de su precioso amor le hicieron reflexionar sobre el hecho de que era un hombre violento que probablemente no conocía límites.

¿Y si le daba miedo?

Le sostuvo las manos con fuerza, las llevó al centro de su pecho y la miró con seriedad.

—No te lastimaré —aclaró—. Mereces lo mejor del mundo y un buen trato es parte de ello.

Su sinceridad dibujó en el rostro de Yukiko una sonrisa que era la energía de su alma. Ella le creyó porque había visto lo sensible que podía ser cuando algo era importante para él.

—Eres un malandro muy romántico, ¿sabías? —le besó los labios—. No obstante, trata de no meterte en líos.

Toji asintió, aunque le costó acceder a su petición.

El mal de la humanidad les perseguía, y si bajaban la guardia, significaría la pérdida mutua. La vida era una carrera de caballos en la que ganaba el más hábil.

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❈•≫────≪Nota de Autor≫────≪•❈

¡Hola, lindas personas!

Estamos a pocas horas del cumpleaños de nuestro amado Toji, así que prepárense para lo que se viene mañana.

El capítulo de hoy está inspirado en "Big Event XMAS!", escrito por Rahzel. Si quieren leer la historia, el link lo pueden encontrar en la sección de mensaje de mi perfil.

No sabía como nombrar a la mamá de Megumi, quien fue el amor de Toji, y por eso usé el name que Rahzel utilizó en su historia. No sé si sea canónico o no, realmente no he visto Jujutsu Kaisen, solo me encanta Toji.

Fue amor a primera vista.

Espero les guste el aporte de hoy.