CAPÍTULO XVI

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𝓛𝐔𝐍𝐀 𝐘 𝓢𝐎𝐌𝐁𝐑𝐀𝐒

┗ CAPÍTULO DIECISEIS:

Ojos crueles,

corazones crueles. 

Parte III ┑

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Lunaris aprendió muchas cosas de los vikingos.

La primera de ellas; el uso de las armas. Había sido adoctrinada para ello desde el primer momento en el que dejó aquellos páramos. Le habían enseñado a blandir una daga, donde cortar y cuánta presión ejercer para dañar profundamente. Había aprendido a cazar con un arco y flechas, a luchar en la distancia de una forma segura.

Habían querido enseñarle a usar la espada, a usar la fuerza y luchar cuerpo a cuerpo, y que abandonara todo vestigio de debilidad, pero aquello jamás se había hecho y, dado que tampoco estaban seguros de querer entrenarla en tan peligrosas artes, se rehusaron a hacerlo.

No obstante, eso no fue lo último que le enseñaron, sino el principio de muchas. Todo el mundo era un constante aprendizaje. Pues Runaan se había encargado de ser su maestro. Él le enseñó sobre la curación y las viejas costumbres vikingas. Con él, aprendió a curar heridas, ajenas y propias. Con el vitki aprendió el arte de las runas, su significado, le enseñó que tipos de plantas era sano consumir, que otras era peligroso mezclar y cuáles eran las más peligrosas.

Le había instruido en otras cosas también: le inculcaron su lengua, sus costumbres y le arrancaron a la fuerza su vida anterior, manchando la misma de sangre y oscuridad. Le advirtieron sobre Hatí hasta el hartazgo, hasta que sus palabras quedaron grabadas en piedra, en mente y en alma. Aprendió a vivir en las sombras, oculta de la luz.

Que los lobos jamás reconozcan tus pasos.

Te van a encontrar y te van a devorar.

Un escalofrío le recorrió inconscientemente el cuerpo ante esa línea de pensamiento. Incluso las cosas que había aprendido anteriormente a los vikingos, habían quedado prohibidas y olvidadas, cuyo criterio permanecía roto en misterio.

A veces saltaba una pequeña chispa, por más mínima que fuera. Una canción entonaba el mundo, los hilos se veían y la danza comenzaba, se descontrolaba y desaparecía. Una música rota en las profundidades del abismo que desentonaba con la danza.

¿Danza?, ¿qué danza? Allí no había nada. Solo la más impenetrable de las oscuridades.

Parpadeó con furia y le escocieron los ojos. Con la manga de su vestido se quitó las lágrimas y miró hacia adelante. El pasado tiene que quedarse atrás. Se repitió una y otra vez hasta que la mente le dolió. Nunca seguí el camino de los vikingos porque no estaba hecho para mí.

Miró hacia adelante, cuyo camino aún era incierto. Había sombras en las paredes, en las esquinas y adelante tapando las luces, devorando todo. Se mordió el labio inferior con fuerza y batalló para sacarse los resquicios de aquella luminiscencia.

Avanzó con pasos certeros hasta llegar a sus aposentos, donde la tensión en sus hombros se hizo insoportablemente dolorosa y los pasos del caballero hicieron un eco en el pasillo. Por el momento no importaba lo que creía haber visto. Así que, respiró profundo y se concentró en el ahora. 

 

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¡Hola! ¿cómo están?, ¿notaron la nueva portada? ¿Y el apartado de Spotify? 

Nos vemos la próxima. 

『❛ Luna y Sombras ❜』#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora