Perdona, tengo miedo

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El miedo es un sentimiento que te paraliza el alma y estremece el cuerpo, un suspiro seguido de un oscuro silencio, es esa sensación de huída que nos aleja del peligro, una percepción surrealista  de alerta  que nos hace desconfiar hasta de nuestra propia sombra.

Hay tantos miedos en tanta gente; hay quien jamás se sube a un avión por su miedo a las alturas, quien jamás entra al mar por talasofobia, quienes duermen con la luz encendida porque les aterra lo que se esconde entre las sombras.

Tantos miedos que existen y no sufro más que uno, un miedo que no me deja avanzar y que al mismo tiempo me hace sentir la peor persona, como una piedra, no, las piedras definitivamente no sienten nada y yo siento miedo, es un miedo intangible, un miedo ilógico, absurdo, y que esta ahí, latente, hiriente,  es miedo al amor, solo él ha logrado quitarme el sueño al tiempo que paradójicamente me hace soñar.

No termino de entender si mi miedo es amar por la debilidad que ello significaría, por lo desnuda que me sentiría, o si por otro lado es amar a quien no me ame, tal vez no me siento digna, tal vez ni si quiera lo soy y entre todos los muros psicológicos que mi cabeza pudo montar decidió esconder el fondo de esto tras el miedo.

Así que perdóname vida mía si te hice creer que no te amaba, esque para llegar a tí he peleado contra mi terror y él ha vencido, perdóname corazón si te he atado al silencio, pero si quito tu mordaza me estaría lanzando al abismo.

No es que no quiera amarte esque me aterra hacerlo, no es que no te ame, tal vez lo hago pero no puedo reconocerlo, me es imposible porque me estremece la posibilidad de que mi destino termine siendo el de Ofelia, me aterra que seas un Romeo y se vuelva el amor asesino de Julieta.

Perdóname si en mi intento por no acabar lastimada terminé lastimandote a tí, no es egoísmo, es miedo a lo desconocido, miedo a lo que puede pasarle a mi corazón si lo deposito en otras manos, es miedo a encontrar la paz en tus labios, la tranquilidad en tus brazos y la felicidad a tu lado, porque me aterra la idea de que de pronto todo eso desaparezca, de que caiga el telón y detrás se encuentre la estelar sumida en llanto.

No te temo a tí, temo a lo que podría ser de mí si te amo y de pronto te marchas, tengo pánico a perderme por perderme en tí, y entiendo que el amor es una apuesta ciega, y que soy una cobarde por no haber apostado por tí, pero esque si pierdo podría perderlo todo y si desisto de la apuesta sólo te perdería a tí.

Aunque si me detengo a pensarlo, perderlo todo se siente igual que perderte a tí, me he retirado y el miedo no se va, solo crece cuánto más pienso que te amo y te he perdido, pero crece aún más cuando sueño que lucho por tí y en realidad nunca te he tenido.

No quiero hacerte daño y me alejo para evitarlo pero parece que  me he  retirado tarde, porque el dolor llegó, no sé si te ha alcanzado pero a mí me está torturando, me oprime el alma  ahora que no te tengo aquí, me golpea cuando voy a los lugares que me recuerdan a tí, cuando llamo las memorias del tiempo que compartimos y cuando escucho alguna expresión o huelo algún perfume que conocí en tí, perdóname si soy egoísta y deseo que no sea la única a quién abrazó el dolor, esque me duele todavía más imaginarme que no te duele a tí.

Porque si no te duele también quiere decir que no me amaste y el pensar que ello es posible aumenta mi miedo un poco más, quiero correr a tus brazos pero la idea de tu rechazo me ata de nuevo a este miedo que no me deja andar.

Te pido perdón si me he encerrado en mi cobardía y crees que no me pongo a pensar en tu dolor, pero te pienso todo el tiempo, toda la noche y todo el día pero no te lo digo, es un secreto que me obliga a guardar este temor.

Dicen que el amor es fuerte y que todo lo vence pero ¡Maldita sea! No logro acabar con esta fobia, ¿Será entonces que éste amor no es tan fuerte? Quizá ni si quiera sea eso o quizá sólo soy yo la que no sabe luchar.

Esque no puedo pisar un suelo que no conozco, un suelo en el que corro el riesgo de caer, porque aunque un te amo de tus labios sea suficiente para calmarme por un momento, en realidad no garantiza que tras varios pasos me desplome.

Perdóname por amarte sin permitirme hacerlo abiertamente, sin habértelo dicho y sin tener certeza, pero no logro sacarme esos pensamientos de la cabeza, mi negación a decírtelo de frente es que el miedo se volvería una posibilidad real, pero debo aceptarlo y mereces saberlo, porque creo que vale la pena,  es probable que te haya amado, te amo aún, si es tarde ya, si la carta no llega a tus manos,  perdóname porfavor,  en mi defensa, tengo miedo del amor.

De mí para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora