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Chan sabía que su familia era un poco extraña, sobre todo porque los híbridos se habían convertido en parte de ella en poco tiempo te haberlos adoptado, provocando que ahora simplemente amara con todo su ser a esos dos híbridos que le mostraban afecto cuando querían; MinHo, o todo el tiempo; Felix. Pero lo que solía ponerlo mucho más feliz era el hecho de que ambos híbridos se amaban y cuidaban en sus diferentes maneras, pero por el simple hecho de hacerlo llenaban el corazón de Bang.
— Bien, ella es mi hermana Hannah y él es Lucas mi hermano pequeño —Soltó Chan mientras señalaba a ambos mencionados y los híbridos saludaban con sus manos.
— ¿Ya los puedo abrazar o es muy pronto? —Soltó en un susurró Felix, haciendo reír a los demás
— Yo acepto el abrazo —Sonrió Hannah, haciendo que Felix se acercara moviendo su colita y abrazara a la chica.
Chan sonrió ante eso, había sido un largo viaje de Corea a Australia para que los híbridos conocieran a su familia y ahora que lo habían hecho se sentía realmente feliz.
— Ojalá me gustaran lo abrazos —Soltó el menor de los Bang.
— Él va a abrazarte igual —Respondió MinHo, haciendo que ambos hicieran el mismo gesto.— Te vas a acostumbrar, y si no lo haces y haces que él se sienta mal habrán problemas para tí.
— ¿Me golpearás? —Miró confundido al híbrido.
— Claro que no, Felix no dejará de abrazarte hasta que te acostumbres y si lo haces llorar será él quien te golpeará —Señaló a Chan— O tu madre lo hará también —Sonrió.
